Sweeney Todd (2007)

He de reconocer que la siniestra leyenda de Sweeney Todd me llamó la atención desde que supe de ella. Quizás porque concentra todos los elementos que me gusta encontrar en una historia de terror. O quizás porque el mundo de los asesinos en serie siempre me ha llamado la atención. Siento curiosidad por conocer los motivos que pueden impulsar a alguien a cometer no sólo uno, sino toda una serie de horribles crímenes. El caso es que cuando supe de este filme, que venía en forma de musical y de la mano de Tim Burton, tuve claro que no me podría resistir demasiado.

Conocemos a Benjamin Barker (Johnny Depp), un barbero londinense que es falsamente acusado y enviado a ultramar a cumplir condena. La sentencia es dictada por el juez Turpin (Alan Rickman) y le separa de su mujer Lucy, de quien Turpin se ha enamorado. Cuando años después Barker regresa a Londres, descubrirá que Lucy ha muerto y que su hija vive totalmente recluida en casa del juez. Adoptando el alias de “Sweeney Todd”, Barker se establece en su antiguo local, justo encima de la tienda de empanadas de la Sra. Lovett (Helena Bonham Carter) Juntos, idearán el plan perfecto para consumar las ansias de venganza de Barker.

Me gustan los universos de Burton. Esos mundos lóbregos, que por momentos se tornan tenebrosos. Esa atmósfera tan oscura y tan gótica que ya es casi inconfundible. “Sweeney Todd” no es la excepción: nos traslada a un Londres sombrío, gris. Nos guía por esas calles angostas, devoradas por la niebla. Un Londres que se nos presenta, ya desde la canción que abre este filme, como una ciudad miserable y abyecta.

Cuando una película tiene una carga de musical tan importante como ésta, cambia un poco la perspectiva del espectador. Ya sabemos que el dramatismo tendrá otra forma, que será precisamente la música, y no el silencio, lo que nos transmitirá esa tensión cuando el guión lo requiera. Esta historia tiene mucho de dramática, y por lo tanto la faceta de musical adquiere una importancia capital.

Uno de los grandes regalos que nos ofrece esta “Sweeney Todd” es su reparto, de esos conjuntado para el éxito, y además bastante equilibrado. Empezando por el propio Depp, lejos de sus mejores interpretaciones, pero que se desenvuelve con solvencia en un ámbito casi nuevo para él. Sin dejar atrás a Helena Bonham Carter, que personifica a la perfección la melancolía casi perpetua del personaje de Mrs. Lovett. Alan Rickman y Timothy Spall son la altivez y el poder. Jamie Campbell Bower, la historia de uno de esos flechazos, impulsivos e irracionales. Y en Ed Sanders convergen esa inocencia y lucidez infantiles.

Una historia truculenta: sangre y venganza en el corazón de un Londres mórbido. Una historia que podría haberse articulado en infinidad de escenas explícitas, con mucha más sangre, y mucha más venganza. Pero eso lo hemos visto mil veces. Lo mejor de este filme es que Burton opta por otro camino, por contárnosla de otra manera. Una película que casi nos deja tarareando aquello de “There’s a hole in the world like a great black pit…”

Si os gusta Burton, no os la podéis perder. Os dejo el tráiler: