Tenia “La tristeza del samurái” casi perdido entre mi lista
de pendientes. Tras leer bastantes opiniones positivas me decidí por darle una
oportunidad tarde o temprano. Algo me decía que estaba ante una de esas
historias llenas de intriga, en las que nada resulta ser lo que parece. Una de
esas tramas que son mi debilidad y siempre funcionan conmigo. Así que hoy me he
subido al Desván y le he hecho un hueco a Víctor del Árbol, un autor al que
desconocía hasta ahora.
“La tristeza del samurái” nos guía por la tormentosa
historia de dos familias: los Mola y los Alcalá. Una historia que veremos
complicarse capítulo tras capítulo, a medida que vamos encajando las numerosas
piezas en nuestra mente. Una trama en la que se entremezclan asesinatos,
conspiraciones, venganzas, secuestros, suicidios y sobre todo secretos. De esos
inconfesables que sólo pueden ocultarse detrás del silencio de quienes los
amparan.
Es una novela en dos tiempos: nos transporta continuamente
desde los duros años 40 de posguerra hasta los convulsos 80 en los que el autor
nos sitúa en una España sumida en una Transición ya en sus últimos estertores.
Una sociedad que vive entre los rumores, las conspiraciones y las luchas de
poder previas al intento golpista de Tejero. En este contexto, la trama
converge en la figura de María, una abogada que irá descubriendo paso a paso la
cara oculta de la vinculación entre los Mola y los Alcalá.
Víctor del Árbol da vida a unos personajes redondos que, con
su complejidad y sus contradicciones, parecen atesorar cada uno un pedazo de
esta historia. Empezando por la propia María, que tras una fachada de
resolución y fortaleza oculta una inseguridad que la hace verosímil. Pero
también los miembros de las familias Alcalá y Mola, siempre con algún secreto a
sus espaldas, y personajes psicológicamente más atípicos como Andrés o
Ramoneda.
Una historia que mantiene un ritmo muy constante, sin
altibajos, lo que hará que las páginas pasen ante nosotros casi sin percatarnos.
La sensación al concluir la lectura es la de estar ante una novela no sólo muy
bien hilada, también magníficamente escrita. Tanto, que casi anula nuestra capacidad
crítica, y nos dejamos llevar sin siquiera preguntarnos si lo que se nos narra
es predecible o nos resulta totalmente creíble.
Víctor del Árbol maneja a su antojo los tiempos, nos
administra en deliciosas dosis su historia. Una novela plena de misterio, odio y
crueldad que nos absorbe por completo.
A priori no me llamaba pero con tan magnifica reseña tendré que replanteármelo. Besillos y buen fin de semana!
ResponderEliminarGracias, Marilú. Igualmente, disfrútalo, que todavía queda para que llegue el lunes :P
EliminarA mi también me encantó, lo descubrí casi por casualidad y me encontré que el título y la obra tenían poco que ver. Luego entrevisté al autor justo antes del premio a la mejor novela negra europea, y me pareció un hombre encantador.
ResponderEliminarLa verdad que habrá que estar pendiente de él para ver sus siguientes títulos. Y también de la editorial que lo publica que saca buenas obras de autores no tan conocidos.
Besos
Un autor muy a tener en cuenta. Y un aplauso para las editoriales que arriesgan con autores poco conocidos, dándoles también su oportunidad en este mundo tan complicado, claro que sí.
EliminarBesines
Jo pues a mi ni me sonaba...creí que iba a ir de otra cosa cuando he visto el título y la portada. Y vaya siendo sincera si no hubiera leído tu reseña no creo que me hiciera con el, pero me has dejado con el gusanillo de la curiosidad. Me lo anoto.
ResponderEliminarUn beso!
La portada es preciosísima, y cuando terminas la historia tanto el título como la portada sí tienen otro sentido, más acorde con la novela. De inicio, sí que puede descolocar un poco, a mí me ocurrió también.
EliminarSi al final te animas, ya me cuentas :) A mi me ha encantado, la verdad.
Un beso, Lesincele.
¡Tiene muy buena pinta! Por el título pensaba que era una de esas historias que se alejaba de mis gustos literarios, pero no podía estar más equivocada. En todo caso, te lanzo la pregunta: ¿por qué "samurái"? Además tiene todavía más valor por ser de una autor novel. A ver si me tropiezo con el en mi próxima visita a la librería. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarEl tema del samurái va por uno de los personajes de la historia. Se aficiona a todo lo relativo a la cultura nipona y, en un momento de la trama, le obsequian con una katana que se llama así, "La tristeza del samurái". Parece un título que da lugar a error, yo mismo lo pensé al principio, pero una vez concluída creo que tiene bastante sentido.
EliminarTratándose de un autor novel, es una historiaza, la verdad. Un besazo, Offuscatio. ¡Feliz sábado!
No habia escuchado hablar de este libro en la vida... y la verdad que eso me gusta!!!
ResponderEliminarGracias... me lo apunto!!
No ha tenido demasiado tirón ni la difusión que se merece, la verdad. A mi me ha parecido una buenísima historia :) ¡Besos!
EliminarPues no me llamaba mucho, pero después de leer tu reseña, si lo veo me animo.
ResponderEliminarBesos
Engaña un poco a simple vista, con ese título y esa portada. Después engancha desde el principio, Dorothy.
EliminarUn besazo
Pues ya la tenía en mi lista de libros para leer pero me has dejado con más ganas aún, tiene muy buena pinta y estoy segura de que me gustará
ResponderEliminarbesos
Besos, Tatty. La verdad es que lo recomendaría a cualquiera a quien le apetezca una buena historia de intriga.
EliminarUn besote
Me encanta la reseña. Esta historia, por lo que cuentas, es de lo más interesante, incluso me estoy planteando comprar el libro. ¿Crees que lo tendrán en edición de bolsillo? Un beso!! :)
ResponderEliminarLo tienes de bolsillo y también en versión digital si eres más de Ebook, Mar: http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss_1/275-3119850-6954505?url=search-alias%3Daps&field-keywords=la+tristeza+del+samurai
EliminarSi te animas, ya me cuentas :)
Un beso
con el título pensaba que iba a ser una historia ambientada en Japón y resulta que es aquí mismo. Me gusta la ambientación de esos años tan duros y la novela parece que tiene mucho misterio. Me ha recordado un poquillo a Camila Lackberg.
ResponderEliminarSin duda es un libro que intentaré leer. Gracias!
Camila Lackberg es genial, Igone, pero es algo distinto. No me gusta mucho comparar autores, pero te diría que es más estilo Zafón, pero sin llegar a lograr esa magia que se desprende de cada una de las descripciones de Zafón.
ResponderEliminarUn besote