Sombras tenebrosas (2012)

He confesado ya alguna vez mi debilidad ante Tim Burton. Con sus altibajos, pero esa pátina de fantasía tan personal que cubre sus películas casi siempre me cautiva. “Sombras tenebrosas” es lo último que he visto con el sello del californiano. Adaptación del serial televisivo que firmaba Dan Curtis hacia finales de los 60, este es un filme que se mueve entre la fantasía, quizás incluso el terror, pero muy rebajado. Eclipsado por una carga de comedia que es el verdadero motor la trama.

La poderosa familia Collins abandona su Liverpool natal para asentarse en América. Allí, y a lo largo de varias generaciones, los Collins van forjando un poderoso imperio económico. En este contexto conocemos a Barnabas Collins (Johnny Depp) un hombre acaudalado, respetable y deseado. Entre otras, por Angelique Bouchard, que se encapricha de Barnabas. Su deseo, no correspondido, tendrá catastróficas consecuencias para nuestro Barnabas. Angelique es una bruja, y su venganza será convertir a Barnabas en vampiro y enterrarlo en vida. Casi dos siglos después, una excavación lo liberará casi accidentalmente. Y nos encontraremos con un Barnabas sediento, desubicado, y que encontrará el imperio Collins en pleno declive.

Sin duda, “Sombras tenebrosas” tiene en el reparto su gran punto fuerte. Partiendo de los ya habituales en el mundo de Burton, como Christopher Lee, Helena Bonham Carter y un Johnny Depp que se desenvuelve con soltura esta vez en una faceta esencialmente cómica. Aunque, siempre lo he dicho, prefiero al Depp más realista, de papeles más convencionales y personajes menos extraordinarios. Prefiero el Depp más alejado de Burton, si queréis, pero eso no quita a que aquí esté muy correcto.

Además de ellos, destacan unas muy convincentes Michelle Pfeiffer y Chloë Grace Moretz. Esta última, tras la inocencia de su papel en “La invención de Hugo”, me ha ganado aquí en un registro distinto: como esa adolescente despreocupada, rebelde y bastante independiente. Un papel que me sirve al menos para comenzar a creérmela como la nueva y enésima Carrie.

“Sombras tenebrosas” es lo que me gusta llamar una película de detalles. Tiene varios, y notables. El propio modo de hablar de Depp, que nos sirve para anclarlo en su pasado, desligarlo del presente que le toca vivir y de paso arrancarnos varias carcajadas. Esa mansión magnífica aunque algo decrépita. La cuidadísima estética de cada personaje. O el cameo de lujo de Alice Cooper.

Y pese a ello, esta vez me faltó algo. Quizá más chispa en el guión, esperaba algo más de la propia historia. Quizás algo menos lineal, con algún giro o alguna sorpresa más allá del propio humor. Eché un poco de menos ese toque de genialidad de Burton cuando va más allá de esa atmósfera, particular e inconfundible, que sí que no falta.

Una película que, sin estar a la altura de sus mejores creaciones, dejará un buen sabor de boca en los fans de Tim Burton.