Simiocracia (Aleix Saló)

La aventura literaria de hoy nos lleva a un formato algo alejado de las novelas al uso que suelo traerme al Desván. Reconozco que no me hago tanto eco de cómics o novelas gráficas, pero es simple costumbre, porque al final disfruto como el que más con ellas. Es el caso de la novela gráfica a la que hoy le hago hueco. A Aleix Saló lo conocimos con “Españistán: este país se va a la mierda”, toda una parodia de la sociedad y la política de nuestro país al más puro estilo “El Señor de los Anillos”.

Con “Simiocracia”, que es la novela que hoy comparto con vosotros, el catalán volvía a la carga, y comienza poniendo su punto de mira en algo tan actual como es la crisis económica. Arranca revisando muy a groso modo la historia económica más reciente, partiendo del crack bursátil del 29. Apunta sus precedentes y señala sus causas. Pero el gran mérito de Aleix Saló es que apenas nos percatamos, porque como lectores ya estamos perdidos: atrapados en la sencillez y el humor sobre los que el autor vertebra sus planteamientos.

A estos ingredientes añadimos unas no menos simples y casi esquemáticas ilustraciones en cada página. Apenas bocetos que, sin embargo, hablan por sí mismos. Tienen más contenido del que aparentan y son eficaces, pero sobre todo actúan como un complemento ideal al texto y a lo que Aleix pretende transmitirnos aquí.

Más que a la propia crisis en sí, pronto veremos que Saló dedica bastantes más páginas a analizar su efecto en la sociedad. Una sociedad que asimila en muchos aspectos a esas otras, distópicas, que autores como George Orwell y Aldous Huxley plantearon hace más de medio siglo. Nos hace reflexionar sobre aspectos como el exceso de información al que estamos expuestos, y cómo éste lleva a que esa información sea fugaz, apenas asimilable, y muy fácilmente oxidable en nuestros recuerdos (pone un fenomenal ejemplo con el caso Wikileaks) También vira hacia el punto de vista psicológico y nos habla de verdades absolutas y verdades relativas, estas últimas más sociales y próximas a una histeria psicológica, pero capaces muchas veces de enterrar a las primeras.

Saló combina texto e imágenes en una crítica que no se queda sólo en los políticos, Bancos, o medios de comunicación más generalistas. La impresión es que la dirige sobre todo hacia la sociedad en un sentido más amplio, para despertar una reflexión que es inevitable. Y lo hace del mejor modo posible. Con un estilo directo e ilustrativo y deliciosos chispeos de humor e ironía que hacen que “Simiocracia” dure tan sólo un rato entre nuestras manos.