Un cuento de esos que todos leíamos en la infancia, pero en
pleno S. XXI. Eso es lo que nos plantea “Once Upon a Time” (“Érase una Vez”):
una serie que viene de la mano de Edward Kitsis y Adam Horowitz, productores
ejecutivos de la exitosa “Lost”.
Podríamos decir que “Once Upon a Time” nos plantea dos
mundos, muy distintos, pero que se relacionan continuamente durante toda la
trama. Por un lado, tenemos un mundo mágico, fantástico y colorido. Con
caballeros, princesas, magos, hadas, enanos y brujas. Ese que todos nos
imaginábamos cuando éramos críos y cerrábamos los ojos. Os podría decir que
esta es una adaptación de la archiconocida historia de Blancanieves, porque
parece que es el cuento en torno al que se articula este universo fantástico,
pero estaría faltando a la verdad, porque no es así del todo. Lo que nos
encontramos es una versión muy libre: una suerte de mezcolanza en la que
confluyen las tramas de tantas de esas historias con las que todos hemos
disfrutado. Así, en un mismo cuento nos encontramos a Blancanieves, a su
príncipe, los enanitos, y la Bruja Malvada. Pero también a Caperucita, a
Cenicienta, a Hansel y Gretel, Pinocho, el Sobrerero Loco, e incluso al
poderoso Rumpelstiltskin. Sólo son algunos, hay más, y cada uno de ellos
encuentra su lugar en la historia de la bella Blancanieves. La maestría a la
hora de ensamblar cada uno de estos cuentos en una única “megahistoria”, tan
sólida como fluida, es una de las mejores armas de “Once Upon a Time”.
Ginnifer Goodwin encarna a una bellísima Blancanieves |
La otra, es conseguir proyectar este cuento hasta nuestros
días, una realidad mucho más cercana. “Once Upon a Time” comienza cuando, en la
historia de Blancanieves, su malvada madrastra la Reina Malvada maldice a todos
los personajes del cuento, asegurándoles que perderán todo aquello que aman. Lo
que ocurre es que sus recuerdos son borrados y todos ellos son enviados a un
pueblo, Storybrooke, en el Maine actual. Y aquí entramos en el segundo mundo:
Mucho más material, casi opuesto al primero. Sin príncipes, hadas, o magos,
pero con los mismos protagonistas. Sin recuerdos de su vida anterior, tan sólo
la Reina Malvada, convertida en la alcaldesa Regina, conoce la verdad. En este
contexto, la protagonista es Emma Swan, una mujer solitaria que vive en la gran
ciudad y, un buen día, recibe la visita de su hijo biológico Henry, a quien
había dado en adopción años atrás. Henry vive en Storybrooke, lleva consigo un
enorme libro de cuentos, y una absurda idea ha comenzado a bullir en su mente:
cree que todos los habitantes del pueblo son personajes de esos cuentos,
atrapados por una oscura maldición. Y es más: cree que su madre, Emma, es la
única persona que puede romperla.
Estos dos mundos tan distintos van solapándose capítulo tras
capítulo. “Once upon a time” no tiene un hilo argumental demasiado profundo.
Cada capítulo es un cuento que, en esencia, nos hace descubrir más acerca de
alguno de los personajes. El tema, claro, es que aquí nos encontramos con dos
dimensiones de cada personaje: la “real”, por así llamarla, y la que los
cuentos nos ofrecen. Y lo que ocurre en los cuentos puede darse también en
realidad, aunque como veremos no lo haga exactamente del mismo modo. No os
esperéis una historia en la que todo es color de rosa. Porque al fin y al cabo,
aunque siempre hay un final feliz, ¿no todos los cuentos tienen su dramatismo?
Aquí sucede lo mismo: hay momentos felices, casi utópicos, pero también
misterio, intriga, y mucho dramatismo.
Toda Blancanieves que se precie tiene su príncipe encantador, en este caso, Joshua Dallas |
Quizás el mayor pero que he atisbado en los veintidós
capítulos que se han emitido hasta la fecha es que la estructura se vuelve un
poco repetitiva. Me explico: el ritmo es muy correcto, pero tras los primeros
capítulos, ya sabemos lo que nos deparará el siguiente: un cuento clásico con
personajes que tienen su repercusión tanto en el argumento del cuento de Blancanieves,
como en la particular historia de Emma y Henry. Es decir, no hay demasiado
lugar a la sorpresa, aunque sí que hay algún que otro giro argumental muy
reseñable e inesperado. Como suele ocurrir en esto de las series, tampoco es
que las interpretaciones sean especialmente geniales, aunque cumplen.
Destacaría un punto por encima de las demás la del escocés Robert Carlyle, que
da vida al que además es mi personaje favorito de la historia: Rumpelstiltskin.
Rumpelstiltskin, tras haber leído el último párrafo. |
Una serie a la que yo habría dado un final cerrado en una
temporada, aunque habrá segunda, a principios de otoño. Una apuesta distinta,
interesante, homenaje a todos esos cuentos que nos acompañaron en la infancia,
y que nos hace reconciliarnos con la magia tan particular que transmitían estas
historias. Desafía nuestra nostalgia y nos hace recordar que, una vez, todos
creímos en encantamientos, princesas, y finales felices.
La verdad es que tiene muy buena pinta, así que intentaré conseguir los capítulos para verlos ahora que estoy de vacaciones.
ResponderEliminarBesos:)
Aprovecha, Sara. Como no es que tenga un argumento super intrincado ni complejo, puedes tomártela con calma.
EliminarEspero que te guste, y sobre todo que disfrutes al máximo las vacaciones :) ¡Besos!
He visto casi entera la primera temporada, me faltan los capítulos finales y es que aunque al principio me gustaba, como dices se acaba volviendo muy repetitiva y por eso ahora los veo muy espaciados
ResponderEliminarbesos
Sí, me ha ocurrido lo mismo. Se va desinflando o, más bien, nos terminamos acostumbrando a la novedad que plantea. Cuando llevas seis capítulos, casi no lo notas. Pero claro, son veintidós.
EliminarNo me desagradó mucho el final, aunque queda completamente abierto. Y no sé, es de esas tramas que yo no habría estirado.
Besos, Tatty!
Mira que la he visto anunciada la serie, pero nunca me he animado a verla, quizás sea hora de hacerlo je,je,je...
ResponderEliminarUn beso Rober!!!!
A mi me ha traído buenísimos recuerdos de la infancia, Ana :)
Eliminar¡Un besote!
He visto los 4 primeros capítulos, y aunque me gusta y me parece original y que, como bien dices, invita a la nostalgia, no es que me enganche especialmente así que la tengo un poco apartada.
ResponderEliminar1beso:)
Hay algunos momentos más adelante, con algunos giros inesperados y sorpresas, que consigue enganchar un poco más. Pero diría que le falta ese "algo" que te hace querer ver inmediatamente el próximo capítulo, y que otras series tienen. Eso sí, la función de entretener, al menos en mi caso, sí que la ha cumplido.
EliminarBesines, Elena.
No conocía la serie, ahora estoy queriendo empezar con Juego de tronos que según dicen es la bomba, pero después de leerte me dejas intrigada. Lo tengo muy, muy en cuneta!. Besos
ResponderEliminarTambién a mi me han recomendado varias veces "Juego de Tronos", Marilú, pero no me termino de decidir. De todas maneras, me da la impresión de que son series muy, muy distintas. Pero seguro que compatibles :P
EliminarUn besín.
Hola Rober,
ResponderEliminarmira, de las pocas series que he visto y me parecen entretenidas. Rumpelstiltskin se sale, me encanta el personaje y el actor que lo interpreta aunque coincido n que no se si es buena idea una segunda temporada.
Besos
PD. Ya de vuelta, que poco me duró...
Miedo me da la segunda temporada, pero bueno, habrá que esperar a ver. Yo ya te digo que me entretuvo bastante, aunque también ví puntos repetitivos. Como en casi todas las series, también sea dicho.
EliminarQuédate con eso de que el tiempo es inversamente proporcional al placer. Si se te ha hecho corto, es que has disfrutado como una enana :P ¡Re-bienvenida!
La primera temporada me ha gustado, aunque estoy de acuerdo contigo en que llega un momento que se queda anclada y cae en repeticiones, lo bueno es que después de algunos capítulos intermedios arranca otra vez y se pone interesante. También creo que la deberían haber dejado cerrada, hoy día es que no saben cuándo acabar una historia y todo depende del éxito que tenga. Así pasa, que al final se las cargan... Esperemos que no pase con ésta y en la segunda temporada nos cuenten algo nuevo, a ver si aprovechan mejor a la heroína.
ResponderEliminarSupongo que seguirá bastante los pasos de la primera, viendo el éxito de audiencia. Pero no sé, hay historias que hay que concluir en su momento, si no se acaban transformando el culebrones sin mucha alma, cosa que temo que le pase a ésta.
EliminarPero a ver si nos sorprenden. Y tienes razón, la pobre Miss Swan se merece un poquito más de protagonismo, aunque a mi la actriz no me gusta nada de nada.
Besotes