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martes, 12 de junio de 2012

"El retrato de Dorian Gray" (Oscar Wilde)


Son varias las maneras en que un libro llega a mis manos. A veces es simplemente una sinopsis que me atrae, o varias reseñas positivas que despiertan mi curiosidad. Otras es algún préstamo o recomendación directa, e incluso en ocasiones, para qué engañarnos, no puedo evitar leer aquello que todo el mundo lee: esos títulos que suenan y resuenan. Sin embargo, y aunque tenía a Oscar Wilde entre mis autores pendientes de relectura, la verdadera razón de que hoy comparta con vosotros “El retrato de Dorian Gray” es mucho más sencilla: venía de serie en mi ebook.




Dicho lo cual, os presentaré a Basil Hallward, un pintor bastante corriente que un buen día se queda totalmente hechizado por un joven, Dorian Gray, cuya belleza le fascina y le sirve de modelo para un retrato. Basil tiene un amigo, Lord Henry, que tras conocer al ingenuo y tímido Dorian también se queda profundamente cautivado. Dorian simpatiza casi de inmediato con Lord Henry, un hombre hedonista que concibe la belleza como una de las virtudes más valiosas del ser humano. Dorian la posee y, viéndose contagiado por la peculiar visión del mundo de Lord Henry, deseará no envejecer nunca. Y su deseo se verá cumplido cuando Dorian aprecia cambios en el retrato de Basil, mientras que su propio rostro continúa impecable. Sin embargo, el narcisismo y el ansia de placer que Dorian experimenta le impulsarán a cometer grandes pecados, algunos atroces, que comenzarán a atormentarle.
 
Si tuviésemos que enumerar temas propios de la literatura romántica, nos encontraríamos con que “El retrato de Dorian Gray” está plagado de ellos. A parte de los temas que ya se desprenden de la reseña, hay bastante de esa exaltación del amor y ese pesimismo peculiar que suele empapar todo lo que rodea al XIX. La muerte también está presente, imposible obviarla en una obra que gira en torno a la idea de eterna juventud que ansía Dorian.

Si hay una creación absolutamente genial de Wilde en esta novela, son sin duda los dos personajes principales. Lord Henry es el paradigma del personaje plano: tras su amabilidad y su talante caballeresco se oculta un hombre altivo, profundamente materialista y machista. Dorian Gray, sin embargo, se nos muestra muchísimo más influenciable, y por tanto más redondo: joven, inocente e incluso idealista al principio, es “moldeado” por Henry para convertirse, con el desarrollo de los acontecimientos, en un ser apático, inseguro, algo paranoico y contradictorio, que pasa de la crueldad a la más exagerada afabilidad en pocas líneas. Dos personajes muy distintos que mantienen amenas conversaciones, auténticas batallas verbales a veces, en torno a temas como el arte, el amor, la belleza e incluso el existencialismo. Unos diálogos que se alternan hasta el final y nos guían con facilidad a través de las páginas. 




Oscar Wilde nos sitúa esta historia en ese Londres tan particular del S. XIX., neblinoso y de contrastes.  Las descripciones, variopintas, se suceden a lo largo de toda la historia y nos transportan desde una lujosa estancia victoriana hasta la más lúgubre calle o taberna. Wilde, siguiendo también la tendencia romántica, recurre a escenas en que la naturaleza está siempre presente. Son descripciones subjetivas que van más allá y nos trasladan el estado de ánimo de Dorian en cada momento de la historia. 

La pega (que por algún misterioso motivo siempre se me queda para el final) es que el ritmo es irregular e intermitente, y la historia se me ha hecho larga en algunas partes. No sólo con alguna que otra descripción detallista y recargada, sino sobre todo con algunos monólogos eternos de Dorian intercalados en el argumento.

Un clásico de esos imprescindibles, que mantiene intacta la capacidad de hacernos viajar siglo y pico atrás en el tiempo.

23 comentarios:

  1. Yo la leí hace un par de años, si mal no recuerdo y me gustó mucho. De hecho, tenía una idea de las películas que había visto, y pensé que no se parecía en nada la historia real de la que luego nos cuentan, no sé si a ti también te ha ocurrido.
    La verdad, es que para mí merece la pena leerla.

    Un saludo ^^

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    1. No te sabría decir muy bien, MAV, porque no he visto ninguna de las adaptaciones a la gran pantalla. Casi siempre evito hacerlo antes de leer las novelas, creo que aportan algo especial que las imágenes rara vez logran plasmar.

      Saludetes, gracias por pasarte! ;)

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  2. Lo lei hace bastantes años, creo que no era el momento y no supe apreciarlo por lo que tengo pendiente releerlo en cuanto despeje un poco mi lista
    besos

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    1. Siempre está bien echar una mirada a los clásicos para respirar un poquito de ese aire literario de antaño, ¿verdad?

      Besos.

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  3. También lo tengo de serie en mi ebook para leer, una reseña muy buen a Robert me animas a conocerlo, como bien dices es uno de esos clásicos imprescindibles. Un besillo

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    1. Si al final te decides, el personaje de Dorian no te dejará indiferente, ya lo verás. Es el alma de la novela.

      Besines.

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  4. Me fascina este personaje, la deshumanización a través de la propia belleza.
    Uno de los mejores personajes creados en la literatura.
    Una gran elección, sin duda.
    Besos
    PD. Me encanta leerte ;)

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    1. Estoy contigo, de los más singulares que me he encontrado en una novela. Y nada plano, le vamos viendo evolucionar, cosa que casi siempre prefiero en los personajes. Los hace parecer más humanos y, más cercanos al lector.

      Por cierto, el gusto por leernos es mutuo :)

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  5. Este es uno de los libros que tengo en mi lista de "leer antes de morir" que por alguna razón (o por muchas) cada vez es más grande.

    Un beso neno

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    1. De esos hay muchos, ¿eh?

      Hay tantos clásicos que es imposible abarcarlos todos. Tienes que digitalizarte, que ahora la biblioteca Rober se va digitalizando y así te puedo hacer más prestamos ;)

      ¡Besines!

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  6. No recuerdo las veces que lo he leído. Es uno de mis libros favoritos, al que vuelvo constantemente y que a veces cojo de la estantería para leer un par de páginas. Al azar, allí donde se abre. Me fascina el personaje de Dorian, me apena el de Miss Vane. La primera vez es verdad que a ratos se me hizo algo largo, pero ahora no, me gusta todo.

    Un besazo

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    1. Iba a decir que a mi me apena en parte el propio Dorian, pero ahora que me recuerdas a Miss Vane, sí que es cierto que habría que ponerle en el top si hubiese un ranking de sufridores en esta historia.

      A mi también me encanta Dorian, por su complejidad. Me provocaba las más variopintas reacciones, a veces lástima, a veces rabia y pura antipatía. Personajes así ya no se crean.

      Otro beso para ti.

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  7. También yo tengo pendiente leer a Wild, pero creo que me decantaré por La importancia de llamarse Ernesto, recomendado por ser la risa.
    No suele leer lo que todos, debería, para no vivir tan ajena al resto del mundo.
    Besetes desde El blog de Kashtanka

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    1. Para nada, mujer, si cada uno lee lo que le apetece y cree que puede gustarle. No por eso se está lejos del resto del mundo ;)

      Un besote

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  8. Buff tengo el libro hace mil años en mi estantería y aún no me he puesto con el...
    A ver si me animo con el.

    Acabo de descubrir tu blog, me quedo por aquí.

    Un beso!

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    1. Pues bienvenida y ponte cómoda, Lesincele. A ver si te animas con Wilde.

      Nos leemos. ¡Besos!

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  9. ¡Muchas gracias, Sara!

    Me lo guardo, a ver si arrejunto varios para otro Offtopic :)

    Besotes!!

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  10. Yo también lo tengo por casa, a ver si me animo a leerlo, porque yo creo que es de esos libros que o los coges en el momento indicado, o al final los dejas por no tener suficiente tiempo para dedicárselo.
    1beso

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    1. Bueno, es un clásico. Yo tengo momentos en que me da por leer bastante de los clásicos. Pero es que hay tantos que es imposible acapararlos todos, claro :)

      Besín

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    2. A mí me pasa igual, hubo un momento, hará unos 4 años, cuando andaba yo con mis 15/16 añitos que quise leerme toda la colección de clásicos que tengo en casa, comencé con muchas ganas con Honore de Balzac, me gustó así que decidí seguir, cogí Rojo y negro de Stendhal, me gustó y decidí seguir, cogí Madame Bovary y a las 20 páginas decidí dejarlo, empacho de clásicos.

      Ese día aprendí que con los clásicos, mejor despacito y con buena letra:)

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    3. Claro que sí, hay que ir administrando dósis cortas. Si no, enseguida te saturas ;)

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  11. Tengo que leer más clásicos sin ninguna duda. Este libro me llama pero me dijeron que no lo leyera por que da bastante miedo, y yo por eso no paso jajjaja
    Un beso

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    1. Tampoco te creas, Espe. Está considerado terror gótico, pero yo creo que es más gótico que de terror, no sé si me explico. No hay escenas que en general te hagan pasar mucho miedo.

      Un besín

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