"Sinsajo" (Suzanne Collins)

Comenzamos la semana con un final, paradoja fácil que me llevará a hablar hoy de la novela que remata la trilogía de “Los Juegos del Hambre”. Para evitar cargarnos la magia de la historia, os diré que si aún no habéis leído las dos primeras partes, mejor hacerlo antes de leer esta reseña. Siempre intento evitar los spoilers, pero es complicado hacerlo cuando hay que explicar los argumentos de tres libros que están tan relacionados entre sí, caso de cualquier serie literaria que se precie. 

Katniss y Peeta han sido prácticamente rescatados de los últimos Juegos del Hambre por fuerzas militares pertenecientes al Distrito 13, ese que todo el mundo creía destruido ya años atrás. La revolución es ya un hecho y las continuas revueltas de los diversos Distritos contra el Capitolio se suceden. Katniss se convertirá definitivamente en el “Sinsajo”, el rostro líder de un levantamiento que amenaza con tumbar el poder opresor del Capitolio. 

Diría que es la novela más “cinematográfica” de todas las que componen la trilogía. Nos topamos con más acción que en las predecesoras y un abanico algo mayor de personajes. Algunos de los cuales, avanzo sin hacer spoilers concretos, nos dirán adiós.

Como novela que da fin a la serie, me ha gustado el hecho de encontrarme el mismo ritmo, sin apresuramientos, que nos acompañó en las anteriores dos novelas. Puede ser una impresión subjetiva, pero a veces me encuentro con autores que, tras una buena serie, recurren para rematarla a una sucesión de acontecimientos algo extraña, intermitente y, sobre todo, precipitada en momentos clave. Como si estuviesen desesperados por dar fin a la obra. Creo que, aunque hay ciertos saltos temporales algo excesivos, Collins no cae en esto con “Sinsajo”.

Respecto a los personajes, apreciamos una evolución notable, especialmente entre los principales: Peeta, Dale y Katniss, fundamentalmente. Con ésta última me sucedió algo curioso. No me parecía un personaje lo suficientemente magnético para engatusarme en las dos novelas anteriores, pero es que en esta última me iba despertando una extraña antipatía a medida que iba avanzando en la historia. Su carácter influenciable y algo inseguro provoca un cambio en sus convicciones, en sus ideales incluso, lo que me descolocó bastante.

El final tampoco me convenció. Es fácil y tiene incluso algún tinte de utopía, lo que le granjeará el beneplácito de muchos seguidores. A mí me resultó demasiado típico y casi predecible. Aunque reconozco que consigue cerrar la trama claramente y con coherencia.   

Una buena y entretenida trilogía en definitiva esta de Collins, aunque como suele suceder, quizá tanto “bombo” mediático se le quede un poco grande. Aún así, nos hará pasar un buen rato, misión principal de cualquier novela que se precie.