Dead Set - Muerte en directo (2008)

Lo he mencionado varias veces en el blog, sin desvelar ningún secreto: los zombis han resurgido y llevan ya unos cuantos años de moda. Los vemos en puñados de novelas, películas y populares series como “The Walking Dead”. El motivo de tanto éxito intuyo tendrá algo que ver con lo que se plasma tras estos horripilantes seres: degeneración paulatina del mundo, hundimiento de la sociedad hasta extremos caóticos. Creo que es un contexto que siempre nos ha fascinado en la ficción, así que no es tan difícil atisbar la atracción que nos puede producir hoy en día. En un tiempo en el que algo tan cotidiano como leer la prensa cada mañana empieza a producirnos cierta sensación de pánico. 

Nos remontamos en el tiempo, aunque no demasiado, sólo hasta 2008, año en que se emitía por primera vez “Dead Set” (“Muerte en directo” en castellano), una miniserie creada por Charlie Brooker. Constaba de cinco episodios y, aunque no es tan conocida, la he visto varias veces incluida en las típicas clasificaciones de “Las 10 mejores producciones de Terror de la Hisotoria”. Cosa que, ya os avanzo, me parece ir quizás demasiado lejos.

El argumento es sencillo de resumir: durante una de las emisiones del reality show “Gran Hermano”, comienzan a producirse disturbios en la ciudad, reinando la confusión. No tardaremos en descubrir lo que ha ocurrido: una horda de zombis, cada vez más numerosa, invade y devasta la ciudad. Aterrada, Kelly, una de las trabajadoras del concurso, decide refugiarse en la casa, el único lugar que parece seguro. Paradójicamente, los concursantes parecen ser los únicos supervivientes. Al menos, hasta que la plaga se extiende también al interior de la casa. 

Nos encontramos con personajes bastante estereotipados en este tipo de historias. Kelly, indiscutible protagonista, comienza siendo poco menos que una ingenua becaria, pero el instinto de supervivencia la impulsará a comportarse casi como una heroína. Tenemos también a Riq, su novio, el típico chico capaz de remover cielo y tierra por su amada. O a Patrick, el autoritario, agresivo, y maleducado jefe en la producción del reality, que terminará desempeñando el rol de villano en el grupo. También conoceremos algunos personajes, como Pippa, la viva imagen del concursante de “Gran Hermano” destinado a llamar la atención: sus gritos estridentes conseguirán enervarnos y su limitada lucidez nos hará sonreír sin poder evitarlo.

Todo, como veis, sigue en general la tendencia de otras historias de corte similar. Si hay algo genuino en “Dead Set” es sin duda la ambientación en torno al reality show, muy cuidada y lograda incluso en el reflejo de lo que existe detrás de las cámaras, la parte menos conocida pero que casi todos intuimos. Tampoco los zombis responden al patrón clásico de no-muerto. No son lentos y torpes: éstos son ágiles y corren como postas.

Es una historia dinámica, que nunca pierde el ritmo y que nos entretendrá de principio a fin aunque no aporte como novedad  al género más que un escenario algo peculiar.

Si sois amantes de las historias de zombis y odiáis los shows de este tipo, como es mi caso, supongo que tenemos un dos por uno. Disfrutaréis de una dignísima trama zombi y también de la vuelta de tuerca que se le da al “Gran Hermano” cuando lo que importa pasa a ser sobrevivir, y no ganarse al público. 

No he podido evitar sonreír ante algunas críticas (pocas, demasiado pocas) hacia este tipo de shows que aparecen implícitas, casi escondidas tras la historia.

Si es que, en el fondo, estoy hecho un malvado.