"La caída de la Casa Usher" (Edgar Allan Poe)

Creo que ya os he contado alguna vez que, en este desván, que poco a poco se va llenando de cosas, hay obras, y sobre todo autores, que guardo en lugares privilegiados. Siempre a mano por si en algún momento me entra el delicioso antojo de releer, al menos, alguna de sus páginas. Esto es lo que hoy me ha ocurrido con uno de esos genios irrepetibles del que, inexplicablemente, creo que aún no os había hablado. Aunque, ¿hace falta? Todos conocemos a Edgar Allan Poe, los que me conocéis ya sabéis que es una de mis grandes debilidades así que, ¿me acompañáis, sin más dilación, a esta breve visita a la Casa Usher?

“La caída de la Casa Usher” vio la luz por primera vez allá por 1839. Este cuento de terror fue incluido en la revista Burton´s Magazine, y nos narra la visita de un hombre a un antiguo caserón, propiedad de Roderick Usher, amigo de la infancia del protagonista. No tardamos en descubrir que Roderick es víctima de una extrañísima enfermedad y que vive con su hermana, Lady Madeline, también enferma.

Al principio, Poe nos describe la Casa Usher como un lugar aisaldo y lúgubre que llama la atención de nuestro protagonista. Quizás el mayor mérito de Poe en este cuento es lograr convertir este ambiente inicial en una atmósfera sugestiva e inquietante. Lo hace paulatinamente, con sus habituales descripciones pausadas y recargadas, y añadiendo elementos que van convirtiendo nuestro escenario, la casa Usher, en un lugar cada vez más caliginoso, más oscuro.

Poe recurre a la psicología y se sirve de las reacciones que los ambientes provocan en los personajes para trasladarlas al lector. Y es que no resulta en absoluto complicado imaginarnos, en algunos momentos, en vela junto con nuestro protagonista recorriendo los lóbregos pasillos del caserón. 

La recomendación es ineludible, tan inevitable por mi parte como todo lo que huela a Poe. Una de las obras de las que, al parecer, el propio inglés se sintió más orgulloso en su día y que se ha visto adaptada no sólo al cine. Ha sido inspiración para multitud de grupos musicales y esencia de numerosas Óperas. Por no citar novelas y autores posteriores que han bebido de esta y otras historias que Poe nos legó.

Si aún no os habéis sumergido en sus cuentos, os invito a hacerlo en una de estas noches de tormenta veraniega, con rayos y relámpagos. Ya veréis qué bien.