Mary, la protagonista de esta novela corta de Nell Leyshon, tiene el pelo del color de la leche. Es una de las
primeras cosas que sabemos de ella. Uno de esos primeros destellos que
alimentan nuestra imaginación y nos hacen forjarnos una primera imagen. Después
llegan más de esos destellos. Tiene quince años y vive con su familia en una
humilde granja. Ha nacido con algún problema en una de sus piernas, pero eso no
le impedirá llevar a cabo las tareas del día a día. Estamos en torno a 1830.
Por supuesto, hay más detalles.
Surgen cada vez que pasamos página, porque esta historia es su historia. La
historia de Mary narrada por ella misma con un propósito. Su historia casi a modo de diario, de anotaciones
apresuradas. Su historia sin una mayúscula tras cada punto, y sin guiones
que acoten los diálogos. Su historia como una sucesión de hechos y de pensamientos que no necesitan mayor
formalismo.
Decir mucho más sobre esa historia,
cruda en esencia con sus altibajos,
sería estropeársela a quien no haya leído la novela. Parte del encanto está en
ir descubriendo lo que el destino depara a Mary poco a poco. Hallar ese punto de no retorno en el que no
podemos dejar de leer hasta devorar la última página. Emocionarse con Mary,
alejar la vista de la página. Querer
parar de leer en algún momento, pero no dejar de pasar páginas.
Además de la trama, que alcanza
esa fuerza tan particular que a veces viene de la mano de la sencillez, los personajes también sustentan en buena medida esta novela. La
mayoría son secundarios, como las hermanas de Mary. Algunos resultan
entrañables, como su abuelo. Otros son duros y casi crueles, como su déspota padre. Y otros pocos tienen una
doble cara que será determinante en esta historia.
Pero ante todo, Mary es el alma, como no podía ser de
otro modo. Mary que es aguda, ingeniosa.
Que se mueve dentro esa inocencia casi
infantil al principio. Quizá sea eso lo que le impulsa a ser franca, a no tener pelos en la lengua.
Porque Mary no es simplemente sincera con los suyos, con las personas a quienes
quiere. Es insultantemente sincera,
y con ello consigue algo que no es sencillo: desarma. Desarma al lector testigo, y desarma a quienes la rodean.
Desarma incluso los patrones de la época, los convencionalismos y esas barreras
que la propia sociedad construye aunque nadie pueda tocarlas.
Una particular rebeldía que, comprendemos, nos ha ganado en muy pocas
páginas.
Hola :D
ResponderEliminarNo conocía esta historia, pero me parece muy interesante. Me la apunto.
Un beso!
Me alegro de habértela descubierto, Tamara ;)
EliminarUn beso!
Pues mira, así a bote pronto no me llamaba la atención, ni por la portada ni por la sinopsis, pero viendo lo que te ha gustado... Pues me la apunto, qué le voy a hacer.
ResponderEliminarBesos y que disfrutes de estos días de desconexión. :)
Gracias, Mara, ya estamos dando guerra otra vez :)
EliminarMary es uno de esos personajes a cuya historia merece mucho la pena asomarse.
Besotes!
Ya tenía apuntada esta novela porque he leído varias reseñas que coinciden con la tuya. Todos señaláis el personaje protagonistas pero también en la importancia de la narración más que en la historia en si, en la belleza. Me la llevo, bueno, en realidad ya me la había llevado ;-))
ResponderEliminarA subrayarla pues :)
EliminarCreo que todo tiene su peso aquí. Mary como prota tiene mucho, porque es de esos personajes totalmente entrañables, pero el modo en que está narrado, tan llano y tan directo también tiene mucho que decir.
Espero que tú también la disfrutes :)
Besos!!
La tenía anotada ya por otras reseñas así que me alegra que tú también la recomiendes
ResponderEliminarBesos
A ver si te animas con ella, Tatty, que seguro que también la disfrutas.
EliminarBesos!
Esa manera tan particular de narrar me recuerda a libros como "El Ojo Azul" de Tony Morrison, "Los Santos Inocentes" de Miguel Delibes y "Flores para Algernon" de Daniel Kleyes. Son tres libros que me llegaron de verdad, así que le daré una oportunidad a este.
ResponderEliminarUn abrazo.
Solo he leído y hace tiempo "Los Santos Inocentes", pero creo recordar que era un tanto distinto en cuanto a narración. De todas formas sí es de esas novelas que calan, pese a su brevedad. Y Mary es inolvidable.
EliminarUn beso!
No me llama mucho, la verdad sea dicha. Un besote!!!!
ResponderEliminarA por otra pues, Álter.
EliminarUn besote! :)
Me ha gustado mucho tu reseña, sobre todo la necesidad de apartarse pero no poder más que cuando ella te lo permite. El abuelo....no te creas. Mary es un personaje inolvidable, me alegro de que te haya llegado.
ResponderEliminarBesines
Gracias, Norah, y también por la recomendación, que fue una de las que me impulsó a leerlo :)
EliminarMary es de esos personajes que merece la pena descubrir, sin duda.
Besines!
Mary es el libro entero. No lo he llevado ni a la estantería de libros leídos porque me gusta tenerla a la vista (junto con Stoner, La niña del faro y unos cuantos más). La relación con el abuelo es entrañable. Y más que la historia, es Mary la que sigue conmigo.
ResponderEliminarBesines!
Es verdad que es de esos personajes que llegan para quedarse, Ana. Entrañables como pocos :)
EliminarMe alegra que tambié la hayas disfrutado.
Besines!
No sé si me voy a topar con una historia que me va a tocar hondo. Estoy leyendo también los comentarios y parece ser un libro de los que te cautiva... Ahora en verano prefiero otras lecturas más ´ñoñas y creo que este sería más idóneo para cuando pase el calor. Lo anoto peor para más adelante. Besos
ResponderEliminarYo creo que sí es de las que calan, Marisa. Está bastante lejos de lo ñoño, así que haces bien en aplazarla un poco ;)
EliminarBesotes!
Yo también vengo medio convencida por otras reseñas, así que tu opinión me confirma que merece la pena. Las que tienen personajes inolvidables siempre la merecen.
ResponderEliminarBesos!
Mary es de esos que marcan, a mí me ha gustado mucho.
EliminarBesotes :D
Puag, que mal me caes. No ves que no lo tengo aquí?
ResponderEliminarBesos
Antipático total que es uno, oye :P jajaja
EliminarBesines!
Pues lo leeré, claro, tú reseña la sumo a dos o tres anteriores que ya me habían convencido, asi que nada, a por él :-)
ResponderEliminarCreo que te gustará mucho, Meg. Mary es de esos protas que cautiva desde el primer momento.
EliminarBesos!
Qué reseña tan bonita, Rober! Ya lo tenía en cuenta, pero le pongo una estrellita más a la recomendación. 1beso!
ResponderEliminarGracias, Tizire. Si al final te animas espero que te guste por lo menos tanto como a mí :)
EliminarBesines!
Ves? Esta historia sí que me llama muy mucho la atención! Tomo nota ya mismo!
ResponderEliminarAbrazos!
Creo que esta es de las que pueden gustar casi a cualquier lector, así que adelante con ella :P
EliminarUn abrazote, crack!
Esa Maryyyyyy! :) me gustó leerlo, acabar y el recuerdo que se me instaló. La autora ha puesto intensidad y eso se agradece. Es de esos que seguro recomiendo mucho, mucho.
ResponderEliminarBesos finde
Me quedé con esa misma sensación, la de ser una de esas recomendaciones casi para cualquier buen lector que se precie. Mary desarma y la prosa de la autora ayuda mucho a seguir la historia, es cierto :)
EliminarBesotes tardones! :)
He leído mucho y muy bueno, sobre este libro. Por supuesto, lo tengo apuntado. Veré que me depara.
ResponderEliminarEspero que también disfrutes con Mary, Bea, seguro que también te cautiva. Yo también me contagié del entusiasmo general, esta vez para bien.
EliminarUn besín!