Lugares donde olvidaste tu alma (Eugenio Prados)

Hoy me sumerjo de nuevo en el mundo Amazon para traeros una historia al Desván. El otro día me daba cuenta de que llevo una racha de varias lecturas con cierto deje de nostalgia y, mientras escribía, me daba cuenta de que la que hoy os presento sigue un poco esa  línea.  La novela en cuestión es “Lugares donde olvidaste tu alma”, de Eugenio Prados.

Y he querido comenzar, más que nunca, por el principio. Y fijarme en un aspecto al que no suelo dedicar muchas líneas, pero que esta vez creo que merece mención. Más que un título, “Lugares donde olvidaste tu alma” podría ser un inmejorable resumen de esta trama en cinco palabras. Quizá por eso me parece soberbio, porque se ajusta como un guante a lo que nos aguarda entre las páginas.

Tenemos un protagonista: Charlie, un anciano a quien han diagnosticado Alzheimer en fase inicial. Plenamente consciente de todo lo que ello conlleva, comprende que sus recuerdos no tardarán en comenzar a diluirse. Y en lugar de resignarse, decide tratar de evitarlo. Así que abandona su casa, a sus dos hijas, y se hace con su viejo vehículo. Charlie toma la carretera y parte en un viaje hacia sus recuerdos, buscando revivirlos y así conservarlos. Especialmente uno de ellos: el de Cordelia, la única mujer a quien amó en su juventud.

La historia que nos propone Eugenio se organiza precisamente en torno a esos lugares que significaron algo en la vida de Charlie. En su ruta, cada parada es uno de esos escenarios que le transportan a un episodio pasado ligado a Cordelia. Un pasado más bien turbio, salpicado por el crimen, que aglutina esos tintes más propios de un thriller o de la novela negra.

Pero, como digo, nos llegan casi a destellos y estamos ante una historia esencialmente íntima, personal, nostálgica, con su punto de crudeza y sus fases más emotivas. Tiene incluso un marcado deje a romanticismo, con la dosis justa de edulcorante para que no se nos atragante a quienes no llevamos bien lo de la romántica. Eugenio consigue en este sentido un equilibrio que hace de su historia algo creíble.

No es una novela imprescindible pero sí de esas que vuelan ante nuestros ojos. Corta (apenas excede las 100 páginas) narrada en un estilo muy llano y muy directo, entreteniéndose lo justo en descripciones, y aprovechando el recurso del diálogo. Distribuida en capítulos breves, el autor se permite incluso algún vuelco argumental no por típico, menos efectivo. En cualquier caso, si queréis saber qué es de Charlie y hasta dónde le lleva su aventura, la novela no os robará más que un par de tardes. Se lee prácticamente sola.

Muchísimas gracias al propio Eugenio, que amablemente me facilitó el ejemplar.