Más que una historia, hoy lo que recala en este Desván es un
personaje. Porque Mendel el de los libros tiene su historia, por supuesto, pero
esa casi la conocemos sólo con echar un vistazo a la sinopsis de este relato,
que apenas pasa de las 60 páginas.
Sabemos, antes de buscar la primera página, que Jakob Mendel
es un librero de viejo. Uno de esos hombres insólitos, que pasa su vida leyendo
en la penumbra de un café de Viena. Siempre en el mismo lugar, ocupando la
misma mesa. Y conocemos su destino, al menos parte de él. Sabemos que, en 1915,
en plena I Guerra Mundial, Mendel será injustamente acusado de conspirar con el
enemigo, y enviado a un campo de concentración.
Sabemos todo esto y, sin embargo, hay que dejarse guiar por
el austríaco Stefan Zweig. Hay que situarse junto a un narrador del que ni
siquiera conocemos su nombre, porque es lo que menos importa. Hay que avanzar a
su lado, observar a su lado. Adentrarse en el Café Gluck, fijarse en la
brillante caja registradora. Intentar dilucidar qué se esconde tras la
expresión del camarero de turno. Atisbar al fondo, entre el humo, entre una
penumbra sólo rota por la tenue luz de las lámparas de gas. Adentrarse en la
sala de juegos. Fijarse justo en las dos mesas de billar que se nos describen,
y después en otra, casi olvidada. Hay que acompañar a Zweig en este viaje a un
recuerdo para conocer a Jakob Mendel.
Y cuando lo hacemos, es imposible no encariñarse con este
hombre enciclopédico que forma parte del Gluck. Que no parece tener amigos, ni
familia. Que apenas alza la vista de las páginas, porque su vida está en esos
libracos. A Mendel, que es el paradigma de la evasión y casi vive saltando de
página a página, no le importa lo que pueda ocurrir a su alrededor. Sólo parece
regresar a este mundo cuando alguien le pide consejo sobre algún libro, o
cuando se ocupa de la correspondencia de alguno de sus clientes bibliófilos.
Son precisamente esas cartas, con imprudente destino a Londres, a París, las
que despiertan la sombra de la sospecha en torno a nuestro librero. Un Jakob Mendel tan abstraído como incapaz de
sospechar lo que se le viene encima.
Del mismo modo que es sencillísimo encariñarse con Mendel,
no podemos evitar sobrecogernos ante su miseria. Una decadencia que, por
anunciada y esperable, no es menor, ni menos efectiva, ni menos condenable.
Cuando comenzamos a leer, ya intuimos su final, porque siempre ha habido
personas como Mendel, privadas injustamente de sus propias vidas. Cuando
pasamos la última página, nos damos cuenta de que recordaremos a Mendel. No
importa que nunca hayamos estado en Viena. Sin darnos cuenta, le hemos
acomodado en algún lugar privilegiado de nuestra memoria lectora.
No lo conocía :)Un beso
ResponderEliminarUn placer habértelo descubierto, Espe.
EliminarUn beso.
Es un libro precioso; un pequeño cuento apto para cualquier época del año. A mí me gustó mucho este acercamiento a Zweig, y tras la experiencia he seguido el mismo camino con Herman Melville y su escribiente y, más recientemente, con Cărtărescu y su ruletista. Eso sí, tengo pendiente leerme una novela del mismo autor. Gran reseña, Rober. ¡Qué tengas un feliz fin de semana!
ResponderEliminarMuchas gracias, Offuscatio. Opino como tú, un cuento para cualquier momento, y de esos que son para cualquier lector. Ya te contaré qué tal me va con Cărtărescu, que ya lo tengo en mi mira lectora :)
Eliminar¡Feliz fin de semana también para tí!
Leí "Carta de una desconocida" y me pareció una obra fantástica.
ResponderEliminarAsí que creo que seguiré con esta que nos traes hoy, porque la verdad es que me quedé con ganas de más.
Un abrazo :)
Y yo me apunto la que tu me citas, Alejandro, porque quiero leer más cosas de Zweig.
Eliminar¡Un abrazo!
:-) :-) :-) :-) :-)
ResponderEliminarQuería, porque quería leer ya la reseña. ¡Oh! No me ha decepcionado ¡me ha chiflado! jajajaja Magnífica, no esperaba menos de ti. Cuando pase por el ordenador hago las labores de representante :-) bendita memoria lectora, Mendel ocupa un lugar privilegiado, me alegro de que te hayas animado.
Envenenado ya, habrá que seguir con Zweig ¿no? Ya sabes cual es mi siguiente, dejaré mi rastro de piedrecitas para que sepas como son sus noches, que así de primeras podrían ser las nuestras al teclado.
Tonelada de besos
Muchas gracias, querida representante :P
EliminarClaro que seguiré con Zweig. A ver qué tal ese capricho tuyo, que podría ser el siguiente. Además, ya sabes que la noche es mía. Si no ya te pediré consejo y recomendación Zweigista :)
¡Besazos miles!
Mendel es uno de los personajes que tuve el gusto de conocer el año pasado y que estoy segura de que me acompañarán el resto de mi vida. Es increíble cómo Zweig condensa en tan pocas páginas una historia tan profunda y bien estructurada como ésta. Una pequeña joya absolutamente recomendable. 1beso!
ResponderEliminarPorl o que veo, para casi todos los que nos hemos encontrado con Mendel, es un persaonje que perdurará en nuestra memoria. En mi caso es el primer Zweig y, la verdad, no podía haberme dejado mejor sabor de boca.
EliminarUn besín, Tizire!
No he leído nada aún de este autor aunque este libro lo tengo anotado desde la reseña que hizo Marilú, a ver cuando le llega el turno
ResponderEliminarbesos
Por lo que se comenta, parece que como primer acercamiento Mendel suele resultar bastante acertado. Disfrútalo cuando le llegue el momento, Tatty.
EliminarBesitos.
No he leído nada de Mendel pero no descarto hacerlo en un futuro.
ResponderEliminarBesos.
Zweig estaba también engrosando mi lista de pendientes hasta esta lectura, Inés. Ahora, creo que quiero leer alguna más de sus obras.
EliminarBesines.
Vaya, sí que te ha emocionado la historia. Me encanta todo lo que escriba Zweig, así que el de hoy está en mi lista.
ResponderEliminar¡Saludos!
Tengo que animarme con alguno más de Zweig, Deigar, porque me ha enamorado con esta historia, y con este personaje.
EliminarYa me comentarás qué tal.
Un saludo!!
Hola Rober, es muy interesante tu reseña, me ha producido bastante curiosidad, no es el tipo de literatura que me gusta por temática y demás, pero como has comentado que es un relato corto le daré una oportunidad!! Saludos y besos!! :)
ResponderEliminarTampoco está entre esas lecturas a las que estoy más acostumbrado, Marina, pero me animó mucho como a tí el hecho de que fuese casi un relato, que es un formato que me gusta mucho. Eso, y la curiosidad por descubrir a un autor hasta entonces nuevo para mí, como Zweig.
EliminarY ya ves, todo un cierto. ¡Besines!
He visto muchas reseñas sobre obras de este autor y tanto me ha picado la curiosidad que ya tengo localizado dos libros en la biblioteca (me parece que éste es uno de ellos). Cada vez que voy miro a ver si siguen allí. De momento no me los puedo traer a casa porque tengo un montón pendientes y sería un suicidio lectoril pero eso sí, no les quito el ojo. Un besito
ResponderEliminarYo quiero leerme algo más de Zweig antes de precipitarme y así formarme una opinión más sólida. Pero la primera impresión, gracias a esta historia, ha sido `poco menos que inmejorable, Marisa.
EliminarCuéntanos si al final le consigues hacer hueco :)
Un besín.
Ay qué ganas tengo a este libro!! Con cada reseña que leo, más lo quiero!jaja A ver si me decido de una vez y me estreno con Zweig.
ResponderEliminar1beso Rober:)
También fue mi estreno con Zweig, Elena, y me ha despertado curiosidad y ganas por descubrir más historias de la mano de este hombre. No tiene desperdicio y, además, se lee en un suspiro.
EliminarUn besazo!!
Pues yo no lo he leído y eso que Marilú me ha ido creando ganas pero no me he puesto, empecé regular con el autor leyendo "Novela de ajedrez" que está muy bien pero no tanto como estos o esa es la impresión que me llega.Tengo muchas ganas de seguir. Un abrazo.
ResponderEliminarPues en mi caso el comienzo con este ha sido inmejorable, Yossi. Ahora el dilema lo tengo en por donde seguir moviéndome con Zweig, y cuando encontraré tiempo para hacerlo. De "novela de ajedrez" he visto un par de reseñas no demasiado entusiastas, así que de momento me quedo con mi Mendel :)
EliminarUn abrazo, Yossi
Me lo apunto. Tiene muy buena pinta. Saludos.
ResponderEliminarMe alegro por el descubrimiento, Ana. A ver si te gusta tanto como a mí :)
EliminarUn besín
Lo tengo anotado y muchas ganas de ponerme con él. Será cuestión de encontrar el momento.
ResponderEliminarEspero que lo disfrutes tanto como yo, albanta, pasa a formar parte de esos que no me cansaré de recomendar.
EliminarUn besote!
Es uno de los libros de Zweig que me quedan por leer. Lo has contado tan bonito... Que seguro que no tardo en leerlo.
ResponderEliminarBesines
Y seguro que lo disfrutas, Dorothy. A mí me ha parecido una delicia, aunque ya sabes mi debilidad por los relatos, aunque sean más bien largos, como éste.
EliminarBesines.
Pues fíjate que lo tengo en casa (ahora mismo no sé donde pero sé que lo tengo)y no me ha dado nunca por leerlo, creí que sería pesado, pero con tu reseña me estoy animando. Besos
ResponderEliminarA mí Zweig siempre me echaba un poco para atrás porque lo tenía un poco como tú, como un autor algo pesado, Pilar. Pero nada más lejos. Es de esas historias para leer con calma pero no por pesada, sino casi para disfrutar en los detalles.
EliminarUn beso!
Lo tengo en casa....algún día lo leeré...pero es que me impone este hombre jeje
ResponderEliminarUn beso!
Me pasaba un poco como a tí, Lesincele, y me ha pasado lo típico. Ahora me arrepiento de no haberme animado antes con este hombre, aunque también tengo que leer algo más suyo para formarme una opinión mejor, todo sea dicho :)
EliminarUn besín.
Como ya te comenté, de lo mejorcito de este autor de los que llevo leídos. A Mendel me lo llevo en el corazón, suena cursi pero es que es así...
ResponderEliminarBesos y feliz domingo!
Suena cursi pero sí, es así, Carmen. Todo bueno lector tiene que guardar a Mendel en la memoria, es imposible no hacerlo.
EliminarBesotes, y feliz comienzo de semana! :)
Este autor fue mi descubrimiento del año pasado. Éste es el siguiente que leeré, porque además trta un tema sobre el que me gusta leer. Un besote.
ResponderEliminarYo me decidí por este para empezar con Zweig, Meg, y como ves ha sido tood un acierto. Tengo que seguir con Zweig, cuando el tiempo y los pendientes me lo permitan :)
EliminarUn besín!
Cómo me gusta este libro!!
ResponderEliminarLo he leído varias veces, se ventila en una tarde =)
Es un personaje que me encanta, me inspira taaaanta ternura!!
Besotes
Es casi imposible no empatizar con Mendel, Shorby. Es todo un acierto por parte de Zweig.
EliminarY sí, yo también lo devoré en un tarde, con una coca cola, y con calma, como debe disfrutarse esta historia :)
Besines!
Lei Carta de una desconocida y no me gustó mucho, no empaticé con los personajes ni la historia, no me lo creí. Aunque sé que tengo que darle una segunda oportunidad y seguramente será con este libro.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Yo tengo que ponerme con algún otro de Zweig. Había pensado también entre otros en "Carta de una desconocida", que me parecía bastante distinto a éste, por ver otros palos. No sé si del todo creíble, pero yo con Mendel empaticé irremediablemente.
EliminarUn abrazo, Ismael!