El laberinto del fauno (2006)

Hoy llega al Desván una de esas películas conocidas por casi todos. Avalada por multitud de premios y con el firme reconocimiento de la crítica. Llegaba a la cartelera en 2006 de la mano de uno de esos directores Midas, Guillermo del Toro, que parece convertir en éxito cualquier película por la que apuesta. Avanzamos hacia un mundo fantástico. Nos adentramos en “El laberinto del fauno”.

Y nos encontramos con Carmen, una mujer en avanzado estado de gestación, y con su hija Ofelia. Ambas se trasladan a un pequeño pueblo bajo el mando del franquista Vidal, el nuevo marido de Carmen. La misión de este capitán será aniquilar a la resistencia republicana que se agrupa en los montes cercanos. Por su parte, Ofelia es incapaz de simpatizar con un hombre como Vidal desde el primer momento. Curiosa y amante de las novelas fantásticas, deambulará por  los alrededores de la casa y descubrirá la entrada a un antiguo laberinto. Allí se encontrará con un viejo fauno, una criatura que invitará a Ofelia a convertirse en protagonista de la más fantástica aventura. Una digna de cualquiera de sus novelas.

Guillermo del Toro opta aquí por una fórmula similar a la que utilizó para atraparnos con “El espinazo del diablo”: una ambientación en la que predomina la represión y el autoritarismo, con la posguerra española como escenario en este caso. Y en este crudo contexto surge la historia más fantástica, casi paralela, y que es el refugio perfecto en el que Ofelia se aísla de toda la crueldad y los horrores que empiezan a pasar por delante de sus ojos. Una aventura llena de magia y extrañas criaturas que absorberá por completo a nuestra protagonista.

Mientras, el contraste nos llega al alejarnos del laberinto. Vidal se nos presenta como un hombre violento y autoritario, con todos los aires de villano. Dispuesto a cualquier cosa por acabar con los maquis, y al mismo tiempo resuelto a que el hijo que Carmen lleva en su vientre nazca sin complicaciones. Es antagonista de una angustiosa trama de represión, crueldad y terror que acompasa y a la vez contrasta con la aventura de Ofelia y el fauno, no menos inquietante en algunos puntos.

Un filme a caballo entre la fantasía y el dramatismo más puro. Ese que nos llega de una historia horrible, con mayúscula si queréis. Porque sobrecoge al ser reflejo de tantas y tantas historias que poco tuvieron que ver con la fantasía.