Ahora me ves (2013)

“Ahora me ves” es un buen truco de magia. Es la forma más breve, más simplificada y más certera que encuentro para definir esta película del parisino Louis Leterrier, que al parecer tiene segunda parte ya anunciada. Para los que no os hayáis topado con la sinopsis, nuestros protagonistas son cuatro ilusionistas que se hacen llamar “Los Cuatro Jinetes” y que comienzan a adquirir gran popularidad. Su fama se dispara aún más cuando llevan a cabo un espectáculo especial en Las Vegas, en el que atracan un banco francés en directo. Una circunstancia que, como es lógico, llamará la atención de un grupo de investigadores del FBI comandado por Dylan Rhodes (Mark Ruffalo) A ellos se sumará Alma Dray, (Mélanie Laurent) una investigadora enviada por la Interpol. Y también lo hará Thaddeus Bradley, (Morgan Freeman) un antiguo ilusionista cuya pretensión es desenmascarar los trucos de los Cuatro Jinetes.

Tenemos un thriller en toda regla, con un puñado de intriga, bastantes escenas en las que prima la pura acción, y un ritmo muy vivo y muy dinámico que es casi una constante hasta el final. Buena parte de la esencia de la trama está en trasladarnos más allá de esos trucos que tan imposibles nos pueden resultar a simple vista. Fundamentalmente a través de la figura de Thaddeus, un Morgan Freeman como siempre estelar, se nos muestra parte de lo que hay tras la aparente magia de todo este tipo de trucos. Esa suerte de juego en que convergen falsas apariencias, ilusiones ópticas y distracciones  está bastante bien plasmado en la cinta.

En este contexto surge una trama de intriga policial paralela bastante trepidante, y cuyos protagonistas serán las primeras víctimas de nuestros cuatro ilusionistas, que proseguirán con sus números, a cual más espectacular. A nivel de reparto el filme es muy aceptable. Mark Ruffalo y Mélanie Laurent, aunque sin alardes, están bastante solventes a la cabeza de esa serie de intrigas policiales, y personificando además la evolución que sufren sus dos personajes en la historia. Morgan Freeman, como ya comentaba y como casi siempre que me topo con él en la gran pantalla, destaca y lo hace pese a estar, en este caso, en un rol algo secundario. Sin olvidarnos de nuestro grupo de ilusionistas, que nos muestran un poco esa doble cara: el misterio y toda la carga visual del espectáculo más puro, pero también el terreno que hay más allá de cada actuación.

Una película que, si os llama la atención este mundo de la magia y el ilusionismo, os hará pasar un rato más que entretenido. Es mi caso, lo reconozco. Tuve mi época en que incluso me sabía algún truco, especialmente carta en mano. Pero, en general, todo lo que va un poco más allá de lo aparente y de lo palpable siempre ha despertado mi curiosidad. Y esta cinta, en cierto sentido, consigue proyectarlo hacia el espectador. Louis Leterrier ha aprovechado una película sobre ilusionistas para convertirse en uno de ellos. Y dejarnos, con ella, su truco de magia particular.