Largas noches de lluvia (Marc R. Soto)

La historia que hoy os dejo en el Desván va a trasladarnos a uno de esos pueblos pequeños. De esos en que prácticamente todo el mundo se conoce entre sí y casi nada escapa a la rutina más férrea. O al menos, esa es la impresión que me ha dejado el escenario de “Largas noches de lluvia”, del santanderino Marc R. Soto. Sin embargo, este pueblo adquiere el matiz de especial en el momento en que Rogelio, el dueño del bar, es encontrado muerto por Matías, el cartero. Un Matías que, desesperado, corre entonces a avisar a Anselmo, el boticario y protagonista de nuestra historia.

Lo que viene a continuación es la intriga por descubrir qué le ha ocurrido a Rogelio. Lo que en un principio tiene todas las trazas de ser un suicidio resulta no serlo tanto, y junto a los personajes que empiezan a desfilar entre páginas, comenzamos a buscar a un asesino. Y hasta ahí podemos leer, sin estropearos la historia.

Marc R. Soto nos traslada a un pueblo plagado de secretos. Unos secretos que germinan en cada habitante, en cada familia, y en casi todos los personajes que se nos presentan. Poco a poco se irán revelando como ese puente que une pasado y presente para conformar una trama esencialmente cruda. “Largas noches de lluvia” tiene bastante de ese suspense propio del género negro que nos hace mirar con suspicacia a cada uno de los personajes con los que nos topamos. Pero, a medida que se desarrolla, adquiere un dramatismo particular que desplaza un poco ese regusto a intriga y misterio hacia un segundo plano.

Una vez más, descubro en el mundo Amazon a un autor interesante. El estilo de Marc R. Soto es minimalista, sencillo, directo. E incluso algo intimista, con lo que consigue esa empatía del lector hacia sus personajes.  Muy adecuado para una trama de estos tintes, a la que emprende un ritmo pausado. No tenemos la acción trepidante de un thriller porque estamos ante algo distinto. Aquí, las sorpresas nos llegan poco a poco, sin precipitación, y no por ello son menos efectivas. Quienes nos devoramos un montón de thrillers al año, también sabemos paladear la particular intriga que puede transmitirse con más calma. Es el caso de este relato largo, o novela corta, que prácticamente se devora en una tarde ociosa.

“Largas noches de lluvia” incluye, además, adelantos de “Todo muere” y “El hombre divergente”, otros dos trabajos del autor. Y tres relatos cortos completos, un regalazo para un fiel amante de ellos como servidor. “Sueño de nieve y barro” proyecta al límite la envidia fraterna. “Bella y tierna historia de amor” nos presenta a la austera Irene, que oculta un pasado cuanto menos inquietante. Y en “La sonrisa del reloj” nuestro inocente protagonista recibirá una flamante lupa como regalo, sin demasiado entusiasmo. Hasta que descubre sus propiedades más destructivas.