"La llamada de Cthulhu" (H.P. Lovecraft)

Siempre que me sumerjo en la narrativa de H.P. Lovecraft cierro el libro con una sensación muy particular. Como de haber leído algo vago, casi etéreo, pero con una fuerza descomunal. La misma herencia que nos dejan esos sueños particularmente lúcidos al despertarnos bruscamente. La misma impresión: la de haber viajado muy lejos. No a lugares lejanos, inhóspitos o casi perdidos. Más bien a otro mundo, casi a otra realidad. 

Hacía ya un tiempo, demasiado, que no me sumergía en alguna de las historias del de Providence. Recientemente me decidí por esta “Llamada de Cthulhu”, uno de sus relatos cortos más aclamados. Una historia que comienza con un legado: nuestro protagonista hereda, tras la muerte de su tío abuelo, una serie de documentos que el difunto investigaba. Pronto descubriremos que estos legajos esconden una historia bastante extravagante. Una trama en la que convergen una extraña secta, una serie de sueños con patrones recurrentes, y una misteriosa y horrible criatura: Cthulhu. Casi mitológica al principio, pero que comenzará a tomar forma página tras página. 

Nuestro protagonista actúa como narrador e investigador. Es el encargado de suministrarnos la información que recoge durante sus pesquisas. Una especie de cronista en quien Lovecraft evita profundizar, basculando toda la importancia en lo que nos narra. La segunda parte de la novela se convierte casi en una reproducción del diario de Johansen, un hombre que lideró la primera expedición en busca de Cthulhu. 

Quienes ya sois visitantes habituales de este pequeño rincón, sabréis que siempre busco un hueco para la ambientación cuando comparto con vosotros alguna novela. El contexto y los escenarios en que se enmarca una trama son a veces casi tan importantes como la propia historia. Pues bien, si existe un maestro a la hora de crear una determinada atmósfera y sumergirnos en ella, ése es H.P. Lovecraft. Porque consigue arrastrarnos desde el principio a su universo. Un universo siempre caliginoso, sugestivo. A veces tan perturbador que sobrecoge. 

Hoy el Desván se torna un poco más lóbrego para recibir a otro de esos autores imprescindibles. Un Lovecraft siempre polémico. Un hombre atormentado que se proyectó en sus letras, en cada relato. Quizás el autor que mejor logró recrearnos el terror, asomarnos al abismo. Sus descripciones, sus ambientes y sus criaturas sirven aún de inspiración para muchos autores, y podemos verlas plasmadas en el mundo del cine, el cómic, los videojuegos…

Y también en la música. Que se lo digan, por ejemplo, a los fans de Metallica. Los americanos bebieron de este relato para crear temas como éste: