[REC] 3: Génesis (Paco Plaza)

Tras el indiscutible éxito taquillero de las dos primeras partes de la saga REC, la semana pasada llegaba “REC 3: Génesis” a la cartelera, con bastantes expectativas por cubrir. El valenciano Paco Plaza pasa en este filme a ocupar en solitario la dirección, aunque Jaume Balagueró continúa, desempeñando labores de producción. 

Como seguro que habréis visto en los trailers que llevan meses circulando por ahí, en este caso la acción de la historia se enmarca en una celebración: la boda de Clara y Koldo, que tiene lugar simultáneamente a la propagación del extraño virus que caracteriza a esta saga. Así que tenemos un convite por todo lo alto y un montón de invitados vestidos de etiqueta. Uno de ellos, sin saberlo, está infectado, y eso bastará para transformar el día más especial para Koldo y Clara en la peor pesadilla imaginable. Y hasta aquí, como siempre, puedo leer.

Creo que el mejor consejo que podría darle a un seguidor de esta saga es que, cuando se siente en la butaca para disfrutar de este “tercer plato”, intente olvidar los dos anteriores en lo posible. Más que una continuación de la saga, esta película parece haber bebido parte del argumento de “REC”, pero una vez saciada su sed, resulta que no se parece prácticamente en nada a las dos anteriores. Lo mejor que podría hacer un fan de la saga, como digo, es intentar desligar REC 3 de ella y concebirla como una película independiente.

La película, a mi juicio, está cuidadísima y sigue la tendencia sólo hasta que da comienzo la acción. Al principio, los invitados aparecen en forma de vídeo doméstico, grabado en primera persona. Casi sin darnos cuenta, se nos presentan y el vídeo nos hace llegar su relación e incluso parte de sus sentimientos de la forma más casual. Magistralmente, se nos otorgan las piezas del rompecabezas y, mucho antes de que la acción comience, quienes hayan seguido las dos películas anteriores sabrán con certeza por dónde van los tiros. La trama tiene tanta fluidez hasta este punto que se nos antoja casi algo cotidiano.

Después, como es de esperar, se monta el lío Padre, y es entonces cuando REC 3 comienza a abandonar aspectos fundamentales, y también distintivos, de la saga. Lo veremos enseguida, por ejemplo, con los planos en primera persona, casi omnipresentes en las anteriores entregas. Aquí, sin embargo, quedan relegados a momentos muy puntuales.

Diría que este filme plantea una especie de absurdo creciente. A medida que pasan los minutos nos vamos topando con una escena tan extravagante que nos invita a pensar que será la última de este tipo. No obstante, no es así y la sensación de irrealidad se va multiplicando a medida que surge una nueva. Diría que hay partes en las que incluso me he reído, pues detrás de la sangrienta matanza parece ocultarse una pátina de humor, entre irónico y satírico, que no sé si termina de convencerme.

También hay mucha más acción, sangre y vísceras que entregas anteriores, pero la sensación que nos transmiten las escenas es muy distinta: las vemos como una ficción, sabemos perfectamente que estamos viendo una película y que en el “mundo real” lo que estamos viendo no sería plausible. Si algo tenía REC era esa sensación que nos hacía removernos en la butaca, observando una pantalla que nos mostraba una historia ficticia, pero con muchos matices de realidad, y vista casi con nuestros propios ojos. Para entendernos, cuando veía REC 3 pensaba más en la típica peli de Schwarzenegger que en cualquier REC anterior. 

REC 3 gana sin duda en acción y en un ritmo que es endiablado hasta el final. Y es entretenida si somos capaces de entrar en el bucle que nos plantea. Por el contra, pierde esa tensión tan peculiar que generaba en el espectador. Pierde, para mí, casi la totalidad de la esencia de la saga. De ahí mi consejo inicial. 

Moraleja final: no invites a demasiada gente a tu boda.