"Apartamento 16" (Adam Nevill)

Casi coincidiendo con la publicación de su última novela, hoy buscamos un hueco en este Desván para el británico Adam Nevill. Era prácticamente un desconocido hasta hace bien poco, y ha conseguido su hueco en un mundo tan exigente y complicado como es el literario. En 2011, Minotauro nos traía su primera novela de terror traducida al castellano: “Apartamento 16”. La puerta está entreabierta, ¿os atrevéis?

Pongámonos en la piel de Seth, vigilante nocturno en Barrington House, un selecto bloque de pisos londinense, aunque ya algo antiguo. Allí todo es bastante monótono, y sólo las quejas de los ya ancianos vecinos rompen esta férrea rutina. Hasta que una noche, mientras realiza su ronda, Seth escucha unos extraños ruidos procedentes del apartamento dieciséis. Algo no demasiado extraño de no ser porque el dieciséis lleva más de cincuenta años vacío. Intrigado, decide entrar y averiguar qué ocurre. Nunca más volverá a ser el mismo.

La otra gran protagonista de esta historia es Apryl, una joven estadounidense que ha heredado un apartamento en Barrington House por parte de Lillian, una tía abuela a la que ni siquiera conocía y que ha muerto supuestamente sumida en la locura. Dispuesta a adecentar el apartamento para su posterior venta, la curiosidad de Apryl le hará toparse con los diarios de Lillian. En ellos, aquella mujer narra una truculenta historia acaecida en Barrington House muchos años atrás. Intrigada, Apryl decide investigar por su cuenta y averiguar todo lo posible sobre su tía abuela y los sucesos que narra. No tardará en descubrir que en Barrington House ocurren cosas demasiado extrañas.

Como se puede atisbar, estamos ante una novela de terror sobrenatural, y por tanto muy psicológica. Podemos olvidarnos de vampiros, zombis y asesinos en serie al uso. Adam Nevill se nos presenta, de hecho, como un autor que estira la tendencia del relato inglés de fantasmas. La verdad es que sí se aprecian algunos guiños a lo clásico, especialmente en las descripciones de los fenómenos anormales que se dan en la historia. Creo, no obstante, que estamos ante algo bastante distinto y lo que el autor ha conseguido es dar a una historia más actual un aroma a Lovecraft. A ese terror caliginoso y surrealista que nos inspira imágenes casi aberrantes.

Los dos protagonistas no entran en contacto hasta casi el final de la novela, pero, desde que se nos presentan, vemos que se convierten en la antítesis del otro: Apryl es atractiva, inteligente, decidida y muestra una simpatía natural. Seth, por contra, es solitario, paranoico, inseguro, tímido, y siente un profundo odio hacia la sociedad que lo rodea. Un odio que Nevill proyecta hacia la propia ciudad cuando la describe ante los ojos de Seth: Londres se nos dibuja entonces como un lugar lúgubre, oscuro, incluso amenazador.

La historia, incluso el contexto, tarda bastantes páginas en aparecer en la mente del lector como algo casi sólido. La continua pátina psicológica nos transmite una sensación de irrealidad que nos acompaña casi hasta el final. Esto hace que el ritmo sea irregular, con una narración mucho más ágil cuando la acción se personifica en Apryl. Cuando el autor nos convierte en Seth, nos traslada las visiones y pensamientos de una mente perturbada, y el ritmo decae. Pero cobra fuerza el poder de la descripción, que en este caso creo que es el mejor recurso de Nevill para transmitirnos su manera de entender el terror. 

Por eso me parece una novela muy inteligentemente escrita por parte de Nevill. Creo que es de esas que no dejarán a casi nadie indiferente. Un título no imprescindible, pero sí interesante. Si sois de los que nos quedamos atrapados en esas atmósferas “lovecraftianas” de las que hablaba antes,  en “Apartamento 16” os encontraréis algunas pinceladas.

Y, de postre, el book trailer: