Fallen (1998)

John Hobbes es un detective que ve como Edgar Reese, un asesino en serie a quien ha encerrado en prisión, es enviado a la silla eléctrica. Tras su muerte, sin embargo, se sucederán nuevos asesinatos siguiendo las pautas del ejectuado Reese. John Hobbes, desconcertado, no tardará en descubrir que no se enfrenta a algo humano, sino a otra cosa. Algo que desafía las leyes de lo terrenal. 

 Con Denzel Washington encabezando el reparto, “Fallen” comienza siendo una historia de intriga, un thriller policial que no tarda en adquirir tintes paranormales, ante el escepticismo del propio detective Hobbes. No falta ninguno de los elementos por antonomasia de un thriller: ritmo ágil y bastante uniforme durante toda la historia, personajes más bien planos en los que no se profundiza demasiado, y un final acorde. 

Un final que, más que buscar ser un giro argumental y sorprender al lector, parece concebido para dejar un buen sabor de boca, cosa que a mi juicio consigue con solvencia. 

Si hubiese que reseñar algún punto negativo, “Fallen” es quizás demasiado típica. Se ajusta muy bien a la estructura del clásico thriller y eso hace que enganche, pero también que pueda llegar a resultar predecible en algunos puntos. Y también algo repetitiva. No aburre en absoluto, pero parece una de esas tramas que, con media hora menos de filme, podría haberse desarrollado sin problema.

Una buena película, sin genialidades, pero que cumple su propósito. Además, la selección musical se amolda perfectamente. El “Time is on my side” de los Rolling cobra una especial relevancia durante la historia, y la extraña “Sympathy for the Devil” sirve como inmejorable colofón.