Probablemente estemos ante la película más antigua que he reseñado en el blog, al menos de momento. Hoy toca echar la vista atrás y viajar nada menos que a 1945, cuando Robert Siodmak creaba, aún en blanco y negro, “La Escalera de Caracol”. Adaptaba así la novela “Some Must Watch”, publicada más de una década antes por una británica, Ethel Lina White, que ya había inspirado al mismísimo Hitchcock en “The Lady Vanishes”.
Ya el argumento de “La Escalera de Caracol” es, de por sí, muy del maestro del suspense: Helen Capel es una sirvienta muda que trabaja en una lujosa mansión, al servicio de una familia acomodada. Allí, todo parece tranquilo hasta que una extraña serie de asesinatos comienzan a sembrar la inquietud en el barrio, y también en la gran casa. Sin pretenderlo, Dorothy se irá sumiendo, cada vez más, en una intrincada trama donde todo el mundo parece tener algo que ocultar.
Es complicado valorar, en su justa medida, una película de hace más de cincuenta años. Vista hoy, en el siglo XXI del HD y el 3D, nos parecería poquísima cosa. Incluso el propio argumento nos puede resultar repetitivo. Pero hay que tener en cuenta que una infinidad de películas posteriores, y por tanto más cercanas en el tiempo, han bebido de historias como ésta. Y los orígenes, vistos desde el extremo opuesto, siempre parecen difusos e inciertos.
A medida que “La Escalera de Caracol” se desarrolla, los personajes van desfilando ante un espectador que no hace más que preguntarse quién puede encajar con el perfil del asesino. No se hace especial hincapié en ninguno de ellos, y así se asegura una intriga sostenida hasta el final.
Sí que se incide más en el personaje de Helen, indudable protagonista. Se da un efecto muy curioso con ella pues, pese a ser muda, atrae casi la totalidad de los diálogos hacia sí, aunque sea en forma de monólogo. Muchas veces parece incluso participar en las conversaciones, respondiendo con un gesto, una sonrisa o cualquier mueca. Un lenguaje facial tan efectivo o más que las propias palabras.
“La Escalera de Caracol” apenas supera la hora y media de duración y tiene un ritmo muy ágil. Es entretenida y apenas intercala partes lentas, algo que siempre suele echarme para atrás en las películas más clásicas. No ha sido el caso y esta película me ha hecho pasar un buen rato.
Y, de paso, me ha mostrado que hubo un tiempo en que, lejos del nivel técnico de hoy en día, también había buenas historias que contar y notables actores que las enriquecían. Más de medio siglo después y con enormes posibilidades tecnológicas, hay filmes que no pueden decir lo mismo. Ahí reside, para mí, el mérito de películas como ésta.
“La Escalera de Caracol” ha tenido dos remakes posteriores: uno en 1975 y otro ya en el año 2000.
Esta la he visto, la buena digo.
ResponderEliminarUna gran recomendación, lo dicho, para tenerte muy en cuenta.
Besos
Yo sólo he visto esta de las tres también. Pero como me ha gustado, prefiero dejarlo así. Seguro que las siguientes lo estropean, no creo nada en los remakes!
EliminarBesos para tí!
A mí, la pelicula me parece estupenda. Me ha gustado siempre y la reveo a menudo. Besos
ResponderEliminarAna
Es de las que merecen la pena, y eso que a mí casi todo lo clásico me echa un poquito para atrás.
Eliminar¡Besos, Ana!
chulisima la peli. la vi un ciento de ceces y no me canso de verla. me gustaria ver la que interpreta nicollette sherigan. pero no la encuentro en ningun sitio para descargar.
ResponderEliminarMe quedo con este coment para no duplicar :)
EliminarLa de Sheringan es la del 2000, ¿verdad? Yo tampoco la he visto. Aunque me da la impresión de que esta historia se presta mal para esa magia de las pelis antiguas.
Besines!
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar