Suite 235 (Norah Bennet)

Cuando empecé a leer “Suite 235” sabía un poco lo que me esperaba. Intuía que no es mi género, o al menos no el tipo de novela que suele acabar en mi estantería. Sin embargo, el argumento tenía parte de ese “algo” que no tiene nombre pero que nos impulsa a aventurarnos con una nueva historia. En este caso, el interés y la curiosidad se multiplicaban, porque detrás de esta historia está nada menos que nuestra amiga bloguera Norah Bennett. Y viendo cómo escribe en su blog, yo no podía resistirme a una historia suya.  

Para mí sorpresa (o no tanto, venía advertido ya por varias reseñas) “Suite 235” me ha durado un suspiro, sólo unas horas. Mentiría si obviase que, desde el primer capítulo, no paré de leer hasta descubrir qué le deparaba el destino, o las páginas, a Candela. Esa protagonista tan imperfecta como cercana. Una mujer con un montón de complejos, en ocasiones algo insegura. Con un puñado de defectos, pero también valiosas virtudes, y una fortaleza tremenda. Candela se sacrifica para conseguir ahorrar algo de dinero, y decide dedicar algo de tiempo únicamente para sí misma. Así que se aleja de su día a día, y se va de vacaciones a relajarse a un balneario. Allí aparecerá Miguel, un hombre atractivo que le susurrará al oído el número de su habitación.

Así arranca la historia de Candela. La historia de una oportunidad a la que no está demasiado acostumbrada, y que decide aprovechar. Y Norah nos lo cuenta casi sin que nos demos cuenta: con una prosa muy sencilla, nada recargada, directa y ágil. Intercalando unos afortunadísimos diálogos que nos perfilan a los personajes, y preservan un ritmo que nunca fluctúa. Diálogos creíbles y que además se amoldan a cada personaje y se mueven en varios registros, algo no siempre sencillo.

Junto a ese estilo tan directo y ese ritmo ligero, el gran acierto de la novela es la propia Candela. Norah huye de cualquier estereotipo y nos construye un personaje sólido y muy verosímil. Candela podría ser cualquier mujer de hoy en día y, por eso, no será difícil empatizar con ella y comprender sus sentimientos y sus decisiones. Y la batalla en que le toca combatir no tiene nada de fantasía o de utopía.

Con un personaje tan potente vertebrando la historia, es imposible que el resto no queden un poco velados, casi en segundo plano. Pero aún así son interesantes, cada uno de sus roles. Javier como ese mejor amigo que todos querríamos, vital y siempre dispuesto a prestar su ayuda. O Isabel, que me ha provocado sentimientos algo encontrados según progresaba la historia. Damián como ese jefe que… ¿en serio quedan jefes así aún? Y Miguel, que empieza siendo todo un misterio que se diluye a medida que nos precipitamos hacia el final. Un final algo predecible, que casi intuimos cuando llevamos unas pocas páginas leídas, pero que no deja de ser un dignísimo broche para una historia como la que nos propone Norah.

“Suite 235” es una historia adictiva, sencilla, de las que vuelan ante nuestros ojos casi sin darnos cuenta. Femenina o, al menos, bastante orientada al público femenino, pero  ello no impide que cualquiera pueda disfrutar la lectura, como a mí me ha ocurrido.  Los que os pasáis por aquí regularmente lo sabréis. Norah, has conseguido algo muy raro: hacerme disfrutar con un tipo de historia a la que no estoy nada acostumbrado a enfrentarme.  Y dejarme incluso con ganas de más Candela.