The Cabin in the Woods (2011)

Hoy toca jueves de cine, y voy a situaros. Os presento a Dana, Curt, Jules, Holden y el inconfundible Marty. Un grupo de cinco amigos que deciden hacer una escapada juntos a uno de esos lugares alejados prácticamente de todo. Así que llegan a una cabaña situada en lo más profundo de un bosque. Sí, una de esas casuchas casi olvidadas, descuidadas, y de una madera especialmente quejicosa.

Hasta aquí, pensaréis, nada nuevo. “The Evil Dead”, o cualquier otro tipo de película de terror clásica con los mismos tintes. De hecho, como en el filme de Raimi, nuestros protagonistas también se verán acosados  por un grupo de muertos que resultan no estarlo tanto. ¿Qué marca, entonces, la diferencia?

Desde el comienzo de “The Cabin in the Woods” (Drew Goddard, 2011), nos encontramos con unos hombres de bata blanca que se nos cuelan entre las escenas de las peripecias de nuestros cinco amigos. Quiénes son y qué papel desempeñan en la trama es algo que no pienso desvelar (insértese aquí carcajada diabólica de reseñador cabroncete) El caso es que estamos frente a una de esas películas en las que, desde el principio, conocemos algo que nuestros protagonistas ignoran, y el filme juega con ello.

Es la gran baza de Goddard en un argumento que tiende a lo típico y, a la vez, resulta algo extraño. No terminé de encontrarle la solidez deseable, y quizás tienda a cojear a medida que va resolviéndose. Y, sin embargo, este filme consigue algo. Se desmarca haciendo que la línea argumental diste de ser lo más importante. Tampoco logra la intensidad en las escenas que otras películas del género consiguen, o al menos no innova apenas en este sentido. Y sin embargo, la fórmula funciona. Posiblemente porque su  virtud está en que nos presenta la oportunidad de disfrutar de una historia de terror desde un prisma tan inesperado como poco explotado en el género.

Por otro lado, si antes hablaba de los paralelismos con historias de terror clásicas, ahora os digo que no se dan por casualidad. Cuando uno ve pasar los créditos finales ante sí, tiene clara una cosa: “The Cabin in the Woods” está articulada en forma de homenaje al cine de terror. Desde ese planteamiento inicial que os trasladaba al principio, hasta un final trepidante repleto de cameos y guiños a muchas producciones ya clásicas que harán resurgir los recuerdos de cualquier aficionado al género. Un final casi en forma de reto o que, si lo preferís, yo transformo en una especie de reto: Si os gusta el cine de terror, probad a ver esta película y a identificar guiños, personajes, historias. “The Cabin in the Woods” es, en esencia, un ejercicio de pura nostalgia.