Mamá (2013)

Nos embarcamos en un nuevo viaje cinéfilo, aunque esta vez no nos haga remontarnos atrás en el tiempo. Al menos no demasiado, porque la película que hoy repasamos lleva un par de semanas en nuestra cartelera. “Mamá” es una coproducción hispano-canadiense que se asoció mucho en su campaña de marketing a la figura de Guillermo del Toro, a quien encontramos en la producción ejecutiva. La dirección es para un casi desconocido Andrés Muschietti, que allá por 2008 rodó un corto homónimo en el que se inspira este largometraje.

“Mamá” tiene un comienzo de los tremendos, de los prometedores. Casi asistimos a la huida de un hombre de negocios que, tras asesinar a su esposa, se lleva a sus hijas hasta recalar en una modesta cabaña en lo más profundo del bosque. Allí ocurre algo, y las niñas son halladas cinco años después, abandonadas en esa misma casucha.

Lucas, junto con su pareja Annabel, (Jessica Chastain) ha estado buscando a su hermano, el padre de las pequeñas, durante esos años. Pero lo que la pareja se encuentra, de pronto, es el desafío de criar a dos niñas que han vivido cinco años perdidas, olvidadas en el corazón del bosque y alejadas de la sociedad. El Dr. Dreyfuss (Daniel Kash) les prestará su ayuda, a condición de poder investigar el comportamiento de las pequeñas, salvaje y algo violento. Pronto descubrirá que las niñas se refieren constantemente a Mamá. Dreyfuss postula que tan sólo es un concepto, algún tipo de creación en la mente de las hermanas. Pero no tardará en descubrir que Mamá es algo mucho más sobrecogedor.  

Destacaría varias cosas de este filme. Su inicio, como empezaba comentando, presagia quizás algo más que lo que “Mamá” nos termina ofreciendo. Su ambientación, opresiva e impregnada en esa particular oscuridad tan de del Toro cuando vira hacia el terror, es notable y complementa la trama a la perfección. Hay lugar para algunas dosis de fantasía, cuando se nos representan pesadillas o se explota la parte más sobrenatural del argumento, que tampoco desentonan en absoluto.

Otra de las bazas de Muschietti aquí está en el reparto, y con sorpresa, a mi juicio. Porque es casi esperable que Jessica Chastain, en su versatilidad, interprete con solvencia su personaje. La vi en “El Árbol de la Vida” y en “Criadas y señoras”, dos papeles radicalmente opuestos, y me convenció en ambos. Puedo decir que como chica “dura”, algo alternativa y agobiada también me ha ganado. Pero la sorpresa viene con una desconocida Isabelle Nélisse, que interpreta a Lilly, la menor de las hermanas y la más distinta, la más rebelde e inestable. Pero también la que mejor consigue, de largo, transmitir el pretendido terror, o al menos cierto desasosiego, al espectador.

Por lo demás, la película se me ha quedado un poco a medias en su ejercicio de transmitir. El argumento se sustenta en una de esas historias duras que buscan calado en el espectador, pero es algo típica y encorsetada. Puede ofreceros un buen rato si, como a mí, os gusta encontraros con elementos sobrenaturales en el género, sin duda. Pero no esperéis ninguna obra maestra. Hay algún susto bien concebido y estéticamente merece la pena. Pero, por lo demás, como solemos decir, es una más en el género. Y, pese a no ser larga, me dejó con esa impresión de que le sobra algún minuto de metraje.

Pensé en poner el tráiler, pero es de los que no me gustan, y además ya lo habréis visto casi todos. Así que os dejo el corto de Muschietti, el de 2008. Quienes hayáis visto la película, se os vendrá alguna escena a la mente.