Coherence (2013)

La película que esta semana me sirve para invitaros a otro viaje cinéfilo se la debo una vez más a Yossi que me la recordó en una de esas recopilaciones mensuales que nos trae a veces. Me habían llegado halagos y opiniones interesantes, pero la había ido postergando sin saber muy bien por qué hasta hace unos días. Así que ahora que esta “Coherence” finalmente sí va a estrenarse en España a finales de este mes, he querido subírmela al Desván.

Un estreno en las grandes salas que, sin embargo, va a resultar ser bastante minoritario. Y quería empezar así la reseña porque, una vez vista, es algo que casi me hace echarme las manos a la cabeza. La tuvimos el año pasado en Sitges, se llevó el premio al mejor guión, y prácticamente nos olvidamos de ella. Llega un año después, y seguramente va a pasar sin pena ni gloria por la cartelera. Y es triste que sea así, y que podamos perdernos un filme como este, rematadamente distinto dentro de la ciencia ficción, simplemente porque no se amolda a los cánones de lo comercial, supongo.

Una vez desahogado y ahora que ya he lanzado por la ventana mi pelotita anti-estrés, vamos al lío. “Coherence” es la historia de un grupo de amigos que se reúnen para celebrar una cena. Como excusa, aunque ya sabemos que para esas cosas nunca hacen falta excusas, tenemos un evento extraordinario: esa misma noche, un cometa sobrevolará el cielo y se acercará relativamente a la Tierra. Pero la celebración se verá interrumpida cuando ocurren un par de cosas extrañas, que son sólo una especie de aperitivo para lo que vendrá después.

Convendría decir que “Coherence”, como ya adivinaréis por la pequeña sinopsis, seguramente no es una película que vaya a entusiasmar a todo el mundo. Sí me atrevo a recomendarla a cualquier aficionado a la ciencia ficción, porque es todo un soplo de aire fresco. Al menos, con respecto a todo lo que hemos visto últimamente en el género. Con poquísimo presupuesto, rodada apenas en un semana, y con un guión que al parecer dejó mucho campo a la improvisación de los propios actores, esta “Coherence” tiene sin duda esa baza de lo genuino, de lo diferente.

Qué ocurre con los protagonistas y por qué es algo que creo que conviene que el espectador descubra por sí mismo. Solo diré que estamos ante una de esas pelis para estar atentos, para reparar en los detalles y para abrir la mente. “Coherence” va a replantearnos en gran parte la realidad a la que estamos acostumbrados, pero también va a aunar otro elemento: una tensión psicológica muy bien conseguida. Tensión sustentada en las interpretaciones, porque el carácter de cada uno de los personajes tiene su peso en la trama. Y un aspecto, el interpretativo, también destacable pese a que no tengamos grandes nombres en el reparto. Supongo que esa libertad en el guión por parte de James Ward Byrkit queda patente y brinda una impresión constante de realidad y naturalidad para el espectador.

En resumen, “Coherence” ha sido una de las más agradables sorpresas con las que me he topado últimamente. Si sois curiosos y os gustan estas películas que tocan temas un tanto alternativos, lejos por lo general de lo comercial, y que nos hacen darle unas cuantas vueltas a la cabeza, no os la podéis perder.