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"...Los libros son tímidos, pensaba, quieren estar solo con quien los ha elegido, no les gustan las manos extrañas..." |
“Los libros son tímidos”, de Giulia
Alberico, es una de esas pequeñas novelas para buenos lectores. Todo un
guiño a esto de los libros. Casi un espejo en el que todos, de algún modo u
otro, vamos a vernos reflejados.
Lo metaliterario y lo biográfico van aquí de la mano, y lo que nos
encontramos es un relato en primera persona. Un relato protagonizado por la
propia Giulia, que comienza a narrarnos su vida, una existencia siempre
articulada en torno a los libros. Nos asomamos a esos primeros años para percibir
esa inocencia infantil y conocer las primeras experiencias lectoras de esta
mujer.
Si de algo me ha dado la
impresión de pecar, en parte, esta breve novela, es de optar por una estructura
demasiado lineal. Sencilla y directa, pero sin apenas separación entre
capítulos, algo que podría arrojarnos una perspectiva algo limitada. Podríamos
verla tan solo como una mera enumeración de obras y autores, cuando la verdad
es que Giulia Alberico va un paso más allá.
Porque nos habla, en esencia, de amor por los libros. De lo que las
historias le dicen, de cada lugar y cada
época a la que la hacen viajar. De cómo huelen algunos de esos libros, de cómo los va atesorando casi con celo. Manías, costumbres, sensaciones y un particular romanticismo que no se
nos escapa a los lectores. En mayor o menor medida, todos participamos un poco de
él.