El brevísimo relato que hoy he
querido desempolvar en el Desván tiene relación con otra historia de la que
aquí hablamos no hace mucho. Una novela corta, “La chaise-longue victoriana”,
que nos traía un terror psicológico un tanto ecléctico y muy particular. La
propia autora, Marghanita Laski, mencionaba en el prólogo este relato como
influencia.
Y así llegué a esta pequeña
historia de Charlotte Perkins. “El tapiz amarillo”, “El papel pintado
amarillo”, “El papel de tapiz amarillo”, o “El empapelado amarillo” son
diferentes títulos para una misma historia. Y yo me voy a quedar con el
original “The Yellow Wallpaper”,
porque yo lo valgo y para no liaros con tanta traducción distinta.
Y lo cierto es que “The Yellow Wallpaper” tiene, por
supuesto, semejanzas a esa historia
de Laski. El punto de partida es
prácticamente idéntico: Nuestra protagonista es una mujer que se recupera tras
un complicado parto. Su médico la ha dejado postrada en cama, guardando un
reposo total que no la agrada en absoluto. Así, tenemos a una mujer que pasa las horas en una estancia que tampoco
le gusta. Un cuarto cubierto por un tapiz amarillo. Y, tras ese tapiz,
nuestra protagonista comienza a atisbar y a distinguir una extraña silueta.
El estilo de Perkins también difiere. Aún más sobrio y más directo que el de Laski, sin bascularse tanto hacia
la descripción. Perdemos gran parte de la fuerza de ese retrato de la época que
tan bien le sentaba a “La chaise-longue victoriana”. Y ganamos un remate
diferente para una historia que tras las coincidencias iniciales toma otros derroteros, sin apartarse de
ese deje a terror psicológico
Y ofrece una visión distinta. Con tintes
autobiográficos, y tomando como base una crítica hacia unos procedimientos médicos que, al parecer, ella
misma sufrió en vida. Pero da la impresión de que Perkins juega también, entre
contrastes, con cierto ensalzamiento del
feminismo. Metafórico y un tanto velado, pero presente especialmente a
medida que rozamos el desenlace.
Una curiosa historia y casi
fugaz, de esas que se leen en cualquier rato muerto y que va, creo, bastante
más allá de lo aparente.
Muy apetecible, ¡me lo llevo!
ResponderEliminarBesos.
Espero que te guste, Mara ;)
EliminarBesotes.
Me llama la atención. ¡Qué horror ver una silueta en la pared cuando no te puedes mover! La imaginación se hará dueña de la situación.
ResponderEliminarUn beso.
Es uno de los componentes, Tabuyo. Pero la verdad es que desemboca en algo que no me esperaba del todo, me ha gustado hacia el final. En la parte más de "terror" creo que me quedo con "La chaise-longue victoriana".
EliminarUn beso
Con La chaise longue victoriana me tentaste pero este relato sí que no me llama demasiado, esta vez lo dejaré pasar
ResponderEliminarBesos
Ojo con esa chaise-longue, que tiene tela :P
EliminarBesos, Tatty!
No la conocía y puede que le de una oportunidad.
ResponderEliminarA ver si te animas, albanta ;)
EliminarUy, no la conocía pero me encantan estas cosas. Me la apunto. Me ha recordado "algo" a El juego de Gerald.
ResponderEliminarUn beso ^^
¿Quizá en lo claustrofóbico? "El juego de Gerald" es de las que aún se me escapan de King, así que no sé si tiene esa similitud, Tamara.
EliminarUn beso!
Otra que no conocía y que pinta muy bien, me la apunto, besotes
ResponderEliminarEspero que te guste si al final le haces hueco, Susana!
EliminarHabrá que hacerse con ella. Un besote.
ResponderEliminarA por ellaaaar!
EliminarAunque yo empezaría por la chaise-longue :P
Un besote.
“La chaise-longue victoriana” tengo muchas ganas de leerlo.
ResponderEliminarEste me lo pienso.
Un beso!
Yo en general me quedaría con "La chaise-longue". Me han parecido similares en planteamiento, pero después van por derroteros distintos.
EliminarUn beso!
Me has convencido, me lo llevo. Además lo bueno, si breve, dos veces bueno, ya se sabe. Bss
ResponderEliminarTotalmente. Y además aquí le sienta bien esa brevedad para un relato así.
EliminarBesos! ;)
Vale, pues me voy a leer primero el otro que me gusta más y si acaso luego voy con este que tampoco ha parecido gran cosa sino casi como un complemento al otro.
ResponderEliminarBesines
Si hay que escoger yo también me quedo con "La chaise-longue", Norah. Parten de premisas parecidas, pero eso sí. Después resultan ser dos historias bastante distintas.
EliminarBesines!
Pues me lo llevo! =)
ResponderEliminarBesotes
Pa la saca pues :D
EliminarBesotes, shorby!
Ayyy, tanta vida y poco libro ¿he dicho poco? poco porque al final no lo he leído y mira que es de los breves, tengo que hacerle hueco. Sabes de mi entusiasmo con la chaise-longue y las pinceladas que da este a mi me gustan también, sena amarillas en el papel, papeladas, yellow, wall o cómo sea que tú lo valgas ;)
ResponderEliminarEn casa está, solo falta sacar la pintura.
Besotes a colores
Ánimo que este te lo devoras tú en un rato. Tiene similitudes con La Chaise Longue sobre todo al principio. Después ya verás que se va por caminos un tanto distintos, ya lo comentaremos ;)
EliminarBesotes de casicasiviernes ;)
Tiene buena pinta, y es lo que dices, si se lee rapidito, entre lectura y lectura irá bien. Biquiños!
ResponderEliminarComo entremés lector es perfecto, Cris, y te durará solo un rato.
EliminarUn biquiño!
Totalmente convencido!!! Para esos ratitos en que el Señor G mira Masterchef y yo paso de TV, esta lectura viene perfecta XD
ResponderEliminarabrazos!
A Masterchef le da mil vueltas, te lo aseguro, jajajaja.
EliminarAbrazotes! :D
También me gusta llegar a un libro a través de la mención en otro o la influencia. El género y el arguento me gustan, me lo llevo puesto para su lectura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Laski lo menciona en el prólogo, es cierto, y las similitudes sobre todo en los primeros compases son indudables. Después sí que se convierten en cosas bastante distintas.
EliminarA mí también me pica la curiosidad eso de pescar obras en otras obras. Imagino que por seguir un poco ese rastro de la influencia.
Un abrazo, Enzo!
Pues yo también lo valgo y me lo llevo, aunque para más adelante, cuando no tenga tan reciente el otro. Un besote!
ResponderEliminarSepáratelos un tiempo, que es mejor, Meg. Aunque acaben siendo un tanto distintos ;)
EliminarUn besote!
Yo suelo picar de libro en libro siguiendo hilos. Este... me suena, pero no lo ubico, voy a investigar en mi biblioteca
ResponderEliminarBesos
Sí, a mí también le gusta. Se lo comentaba antes a Enzo. Es como seguir un poco la pista a las influencias :)
EliminarBesines!
Todavía tengo pendiente La chaise longue victoriana, y como dices que se parecen un poco creo que voy a dejar este de momento.
ResponderEliminarBesos!
Yo me quedo con la Chaise-longue, Atalanta, también fue mi primera parada. Aunque es verdad que al final son historias bastante distintas.
EliminarBesos!
Justo acabo de leer un libro de esta misma editorial que hizo que la pusiera en mi mapa; si me presentas este libro en tal coyuntura, me lo tomo como una señal! Habrá que leerlo, pero no prometo que sea pronto. 1beso!
ResponderEliminarAnda, mira qué coincidencia!
EliminarEsos pendientes nos lastran a todos. Tranqui, si al final te animas me cuentas qué tal :D Mola porque es de los que además no te "roban" más de un rato.
Un besín!