Felices Fiestas

Nunca he sido especial amante de estas fiestas, para qué engañarnos. Pero sí soy amante de algunas noches, de algunos momentos. Esta es una de mis favoritas, la Nochebuena. Entre langostinos, vinagreta, y un porrón de turrones y dulces, casi todos hacemos un imposible. Intentamos sonreír unos segundos más pese a todo lo que se nos viene encima. Intentamos escuchar aunque lo que nos estén diciendo nos importe poco. Se nos escapa hasta algún abrazo a ese pariente que no soportamos. No hay mayor magia que volverse un poco más humanos. Que sea tan sólo por una noche es triste, pero también esperanzador. 

Llegan los brindis y los sueños disfrazados de deseos. A estas horas, ya han caído unos cuantos. El último os lo he reservado. Es para vosotros, para los que os dejáis caer de vez en cuando por este Desván. Casi siempre oscuro. Otras veces, como hoy, un poco más colorido y luminoso. Pero en cualquier caso, imposible sin los que estáis al otro lado. Me he encontrado con gente estupenda gracias a este blog. Me habéis regalado montones de historias que quizá no habría descubierto de otro modo. Me habéis hecho reflexionar y sonreír con muchos de vuestros comentarios. Unos pocos me habéis dejado conoceros un poco más allá de lo que es un mero blog. Sois muy pocos, pero increíbles.

Felices Fiestas. Disfrutadlas. Vividlas. Intentad sonreír. El Desván volverá en enero con más historias. Quedáis todos citados, y pasaré lista. 

Besos y abrazos.