"Crimen en el barrio" (Santiago Carabias de Santos)

Un asesinato de lo más atípico. Eso es lo que nos plantea “Crimen en el barrio”, de Santiago Carabias de Santos. Un crimen entre periódicos, golosinas, revistas porno y bollería industrial.

Estamos ante una novela corta. Tanto, que yo casi la terminé en una de esas esperas, en ocasiones eternas, que preceden a una consulta médica. La trama se articula desde el principio como una sátira de cualquier novela negra con tintes detectivescos.

En un barrio segoviano como otro cualquiera, el dueño de un quiosco es asesinado y hallado por Narrador, que es nuestro protagonista principal. Decidido a averiguar qué ha sucedido, sus sospechas recaen sobre los clientes habituales del establecimiento, a quienes denomina Habitual 1, Habitual 2 y el inigualable Marquitos. También el Churrero del barrio parece tener algo que ver. Así arranca una historia rocambolesca en la que nada resulta ser como nos imaginamos, y que busca hacernos sonreír página tras página. Los personajes y las hilarantes situaciones en las que a veces se ven inmersos contribuyen a ello.

La verdad es que, aunque siempre cubierta de una pátina de humor, hay que reconocerle a Santiago Carabias que ha logrado proyectar bastante bien la estructura de la clásica novela negra a esta historia. Una historia de protagonistas con secretos, de pesquisas, traiciones y sorpresas.

Todo queda, no obstante, eclipsado por el humor con que el autor nos decora su prosa. Haciendo gala de los más diversos clichés y de un estilo irónico y espontáneo, Carabias nos regala una historia que se lee en un suspiro, entre alguna que otra sonrisa. Lo que no ha llegado a convencerme del todo, quizás, es que a veces recurre a frases algo largas, que parecen diluir a veces la narración más directa. Una simplicidad que es lo que estas historias parecen pedir siempre.

Por supuesto, no estamos ante una novela imprescindible. Yo os la recomiendo si tenéis un rato muerto que llenar, os gusta la novela negra y os apetece una incursión desde un punto de vista al que no estamos acostumbrados. En mi caso, consiguió amenizarme en parte una larguísima espera. No puedo menos que hacerle un hueco entre las, cada vez más pobladas, estanterías del Desván.