Realmente existen muy pocas películas que, tras no
consolidarse en un primer momento, consiguen quedar para la posteridad. “Dune”,
dirigida por David Lynch, es sin duda una de ellas. Resultó poco menos que un
fracaso en su día, provocando una decepción bastante generalizada entre la
crítica. Hoy, casi tres décadas después, muchos la consideran un auténtico
filme de culto.