"Y pese a todo" (Juan de Dios Garduño)
El fenómeno zombi está de moda. Y no sólo en lo que a la industria cinematográfica se refiere. En el panorama literario, son varios los autores que deciden enfocar sus historias hacia esta temática que hasta hace no demasiado era “cosa del pasado” y, como tal, no demasiado fácil de rescatar.
Juan de Dios Garduño, de la mano de Dolmen Editorial y esa Línea Z que tanto está dando que hablar, nos presentaba hace un par de meses “Y pese a todo”, su nueva novela. 243 páginas que encierran acción, terror y algo de suspense. El justo para echarnos atrás en aquello de posar de nuevo el libro en la mesilla de noche.
“Y pese a todo” es básicamente la conjunción de dos historias: la de Peter y su hija, por una parte, y la de su vecino Patrick y su perro, por otra. Dos personas que no mantienen precisamente una relación cordial, pero que se verán sumidos en una situación catastrófica. La Tercera Guerra Mundial ha estallado, pero no sólo eso: también se le ha ido a la humanidad de las manos. El afán de vencer, de someter al bando opuesto, ha creado un monstruo que se ha vuelto incontrolable y amenaza con acabar con lo poco que resta de civilización.
Peter, la niña, Patrick y el perro forman parte de esa suerte de selecto grupo que ha sobrevivido y resiste el asedio zombi. Lo hacen como pueden, y cada uno a su manera. Aunque a medida que la trama avanza veremos que las dos historias de nuestros vecinos no son tan independientes como pudiesen parecer. Más bien forman parte de una misma historia que se ha fragmentado, y que ahora tendrán que reconstruir de nuevo si quieren sobrevivir a esas criaturas que, poco a poco, van cercando sus casas, sus corazones y sus esperanzas de salvación.
Juan de Dios ambienta su novela en Maine, región natal de Stephen King, al cual incluso cita en la obra. Los guiños al Maestro son continuos y su influencia en el estilo de Garduño, inevitable: es directo, ligero, irónico en ocasiones. Quizás ahonde menos en la mera descripción de ambientes o personajes. Parece focalizar más su atención en la propia historia, en su ritmo, en sus giros y, en definitiva, en su desarrollo. Sin embargo, cae en las mismas metáforas y comparaciones estudiadas, pocas pero inteligentemente ubicadas, que utilizan King y otros autores americanos que cultivan el género. Su manera de describir, de plantear la historia, es más “light” para el lector, por así decirlo. Y en cierto modo se agradece, para qué engañarnos.
“Y pese a todo” no se aleja demasiado del patrón de la historia o incluso la película de zombis más clásica. Es quizá la evolución lógica de esta. Los zombis de Juan de Dios Garduño no son simples no-muertos esclavos por completo de sus instintos más naturales. Son mucho más modernos, mucho más humanos y, quizá por ello, mucho más terribles. Tienen inteligencia, usan la lógica y son capaces de organizarse para sus propósitos. El Talón de Aquiles del no-muerto clásico ha desaparecido, o por lo menos se ha equipado con un buen chaleco antibalas.
El Apocalipsis, la devastación y el desastre que es consecuencia del fenómeno zombi también se ve modificado en la visión moderna, y también en la visión de Juan de Dios. No aparece un componente digamos sobrenatural, no hay muertos que surgen de sus tumbas para matar a todo el que se cruce en su camino. En este caso, el zombi es una más de las aberraciones creadas por el propio ser humano, con su tecnología y su egoísmo.
Las reflexiones tras cerrar el libro son numerosas: el efecto de cualquier guerra, la absurda dependencia hacia una tecnología que muchas veces la humanidad ni siquiera consigue controlar, el inmensurable valor de la fidelidad y la amistad, la extraña explosión de nuestros sentimientos más humanos en situaciones límite…
Una historia que se devore casi del tirón no puede ser demasiado mala. Y una novela que incite a la reflexión no puede tener un balance muy negativo.
El sevillano Juan de Dios Garduño se convierte con “Y pese a todo” en una de esas figuras a tener muy en cuenta en el futuro de la literatura de terror y fantástica en castellano.
Parece interesante la propuesta que nos traes Rober, sobre todo porque parece salirse un poco de los clásicos "cliches" del zombi al que estamos acostumbrados, sino que es más bien una reflexión del monstruo que podemos llegar a crear fruto de nuestro egoismo exacerbado.
ResponderEliminarEspero poder leerlo y pasar luego por aquí para comentar!!!!
Un abrazo Rober!!!!!
Me lei el libro hace un par de meses.
ResponderEliminarMe parecio un libro excelente en todos los aspectos.
Ojalá se publiquen mas libros como estos en un futuro, aunque no lo creo.
Es tal como dices, Ana. Además no se hace nada pesada la historia. Como he dicho en la reseña, se hace corta, y eso dice bastante de un autor y de una novela.
ResponderEliminar¡Un beso y muchas gracias por pasarte siempre! :)
Yo creo que la narrativa de terror actual está en una especie de proceso de "reinvención", por así llamarlo. Y quizás obras como ésta puedan convertirse en una especie de tendencia. Como bien dices, no estaría mal.
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar, Carolina :)
un libro excelente enorabuena!!!!
ResponderEliminarNo te falta razón, Juan. Muchas gracias por pasarte a comentar, me alegro que te haya interesado la reseña.
ResponderEliminarPor cierto, se prepara una película basada en esta obra. Habrá que estar atentos.
Y las enhorabuenas, para el autor que es quien las merece :)
Un abrazo!