En un mundo deshumanizado, en una
sociedad autoritaria en la que el
individuo se halla sometido al grupo, al Estado, nos encontramos con Leo
Kall. Leo, que vive junto a su mujer y trabaja como científico, dará con un
descubrimiento cuyas repercusiones no puede ni imaginar: la Kallocaína. Una suerte de suero de la
verdad. Una sustancia que, una vez inyectada en el cuerpo, reprime cualquier autocontrol
por parte del sujeto. Y cuando eso ocurre, cuando cada uno no puede evitar
decir lo que realmente piensa, Kall se topará con algo peligroso para el
Estado.
De esta premisa parte la novela
que hoy me traigo al Desván. Muy en la línea de esas grandes distopías clásicas
que proliferaron en torno a los años 40 (“1984”, o “Un mundo feliz”,
la sueca Karin Boye nos dibuja aquí
otra de esas sociedades totalitarias, en las que el Estado ejerce un control
casi absoluto. Abarcando aspectos como la
educación, la cultura, la propia natalidad, llegando a invadir la esfera íntima de la población. Boye, que
durante su vida entró en contacto tanto con la Unión Soviética como con la
Alemania de Hitler, plasmó aquí sin duda el miedo, la inquietud del futuro ante
lo que sus ojos veían.
La kallocaína aquí es el elemento
que supone el derribo del último resquicio de individualismo, de privacidad, y
también de humanidad. Permitirá al Estado invadir ese último reducto que son
los pensamientos más profundos, esos que ni siquiera la población se atreve a
plasmar en público. Complots, crímenes, y cualquier intención que pueda
desestabilizar el orden de ese Estado puede ser prevenido.
Pero también es una historia en
la que los personajes tienen su
miga, aunque no sean demasiados. Leo Kall como indiscutible protagonista y
narrador, que va viendo como las dudas van
surgiendo, reemplazando poco a poco su convencionalismo inicial, su sólido
apego hacia lo establecido. El descubrimiento de la kallocaina y los lazos que se van formando con otros
personajes, con su propia mujer Linda o su supervisor, irán marcando su
evolución.
Boye parece encajar sus reflexiones en la piel del personaje de
Leo, aprovechando esa primera persona
en la narración y esos tintes de crónica
que estructuran la trama. Una novela para leer sin prisas, lejos del dinamismo
de cualquier page-turner. Aunque un tanto irregular en cuanto a ritmo, nos
ofrece esa particular reflexión que siempre nos dejan este tipo de historias.
Ese doble filo. Esa misma condena hacia el pasado y, quizás, incerteza hacia el
futuro.
No conocía esta novela pero es un tipo de historia que no me llama demasiado así que con esta no creo que me anime
ResponderEliminarBesos
Si no es tu tipo de novela, casi mejor irse a por otra. Por lo único que la recomendaría a todo el mundo es un poco por la reflexión que va emparejada a ella, que sí me parece interesante. Pero como novela, como historia en sí, creo que no es para todo el mundo.
EliminarUn beso!
Vaya! Me la apunto! Este tipo de libros me atraen mucho.
ResponderEliminarEl próximo libro de ciencia-ficción que voy a leer, (en breve, espero :-p), es Los ladrones de cuerpos de Finney, ya os contaré :-)
Besos!
A ver que tal esos ladrones de cuerpos :P
EliminarCreo que te pega bastante, si te va la ci-fi, lo distópico y ese poso de reflexión que suelen dejar estas novelas, te gustará, pese a que sea un poco irregular.
Un besote!
No creo que sea mi estilo, así que de momento no creo que lo lea...
ResponderEliminarUn beso :D
Si no es muy tu tipo de novela mejor a por otra, Tamara, que hay más libros que tiempo :)
EliminarUn beso!
¡Hola!
ResponderEliminarMe parece bastante interesante, me haré con él porque pinta muy bien.
Un beso!
Un placer habértelo descubierto entonces, Seveth.
EliminarUn beso, y bienvenida por estos lares! :)
Hola, me interesan mucho las distopias, utopias, etc, y esta no la conocía, me la apunto.
ResponderEliminarPues si te van ese tipo de historias seguro que la disfrutas, esta vez con un aire bien clásico además.
EliminarUn saludo!
Adoro las distopías y no tenía ni idea de la existencia de ésta así que, para la lista que va. Un besote!!!
ResponderEliminarSí que creo que es bastante desconocida dentro de las distopías más clásicas, a mí también tuvieron que descubrírmela por recomendación personal. Pero es muy interesante el marco que dibuja. Si eres de distopía, seguro que te gusta.
EliminarBesines!
Es cierto, justo estaba empezando a leer la sinopsis y pensaba en ese "1984" de George Orwell o en "451 fahrenheit" de Ray Bradbury. Me la apunto en esa línea de lectura. Bss
ResponderEliminarSigue un poco esa línea de distopías clásicas, es cierto. Quizá diría que se parece incluso más a "Un mundo feliz" que al resto. Pero vamos, la tendencia es la misma. Son novelas con las que disfruto siempre, y dan mucho que pensar.
EliminarBesotes, Mónica!
Le daba yo esa sustancia a más de uno :-P Me la llevo. debo decir que Un mundo feliz me impactó mucho. Un besote!
ResponderEliminarPues si te gustó "Un mundo feliz" creo que puede ser una buena recomendación, Meg, son parecidas en parte. Un tanto irregulares las dos en cuanto a ritmo, además.
EliminarUn besote!
Ya, tener contacto con rusos y alemanes de aquella época sí que tiene que dar mucho miedo. Del libro ya había visto alguna reseña y este tema no es lo mío, más que nada porque lo mismo aciertan y el futuro es así de oscuro.
ResponderEliminarBesines
No me extrañaría nada, jajaja. Supongo que son historias que tampoco podemos leer en cualquier momento y hay que escogerlo un poco. Porque es verdad que de la reflexión no escapamos, y la asimilación con la realidad es casi inevitable.
EliminarBesines!
Suena interesante, aunque antes de ponerme con él leería "1984", "Rebelión en la granja" o alguno de estos que tengo pendientes desde hace mucho.
ResponderEliminarUn abrazo ;)
Sí que creo que son pilares a los que hay que acercarse antes que a esta. Especialmente "1984" es de esas novelas que siempre recomiendo a todo el mundo. Me parece de esos libros de lectura casi obligada, para más y menos afines al género, incluso para los más y los menos lectores.
EliminarUn abrazo!
Me encantó, ya sabes que este estilo de libros me gusta mucho, y este en particular lo disfruté como una enana, además había llegado sin contaminante alguno que me diera pistas
ResponderEliminarBesos
A veces es lo mejor eso de llegar casi sin expectativas, nos podemos encontrar con pequeñas sorpresas.
EliminarYo sabía lo justo para intuir que me pasa como a tí y este tipo de libros, toda la sociedad que recrean y la reflexión que arrojan, suelen ser todo un acierto conmigo :)
Besines!
Menuda reseña te has marcado, ya sabes que tengo el libro ;) Me arrepiento de no haberlo leído ya pero es que se me acumula la faena!!!! Respecto a lo del ritmo, quizá sea lo que más me disuada pero estoy decidida a tomar este suero y ver que sucede. Verdad, verdadera.
ResponderEliminarBesos en ronda
Muchas gracias :)
EliminarAnda, ¿por qué pensaba yo que este ya había caído entre tus garras lectoras? Lo del ritmo quizá sea el único punto negro que me atrevo a ponerle. Pero vamos, que también ocurre con "1984" y es una de mis imprescindibles. Se le perdona, sin duda.
Besos de lunes rondero!
Esta novela no la conocía y 1984 y Un mundo feliz me gustaron mucho, así que esta me la apunto también. Por cierto, ¿realmente te he dicho, cuánto, cuánto, cuánto, me gusta la nueva imagen de tu blog? Biquiños!
ResponderEliminarJajajaja, gracias, Cris :)
EliminarCreo que tiene más de Un mundo feliz que de esa genial 1984, pero si te gustaron y si te gustan este tipo de historias, sí que te la recomiendo. Es un poco una de las "tapadas" en esto de la distopía, pero creo que la disfrutarás.
Un biquiño!
Ya sabes que éste no es un género que me apasione, pero este libro me interesa. Me interesa mucho el planteamiento. Y no conocía esta novela. Por eso me encanta pasar por aquí.
ResponderEliminarBesines
Pues si te animas ya me dirás qué tal, Dorothy :)
EliminarTiene sus pegas, pero a mí también me gustó mucho el planteamiento y todo lo que Boye plasma con él de la sociedad de la época. Un placer habértela descubierto.
Besines! :)
Una novela que me llevo bien anotada. Me gusta todo lo que cuentas de ella y perdono los altibajos del ritmo.
ResponderEliminarUn saludo.
A mí una vez leída también me parecen muy perdonables. No es perfecta, pero sin serlo creo que transmite y es una manera bastante audaz de plasmar lo que Boye pretende plasmar aquí.
EliminarUn abrazo y espero que te guste cuando le llegue el momento!
No recuerdo en qué blog vi una reseña sobre este libro que lo puso en mi mapa: como me gustan estos libros que cuestionan nuestro mundo poniéndonos en situaciones límite, lo tengo bastante en cuenta. Lo malo es que no lo encontrado en ninguna biblioteca, así que de momento no lo podré leer... 1beso!
ResponderEliminarCreo que está bastante "olvidada" dentro de esto de la distopía, por lo menos escondida detrás de ese puñado de clásicos que conocemos todos. Y aunque no es exactamente lo mismo, y tiene otros aires, la verdad es que en eso de arrojarnos una reflexión y replantearnos el mundo en el que vivimos, no se queda para nada a la saga.
EliminarUn besote, Tizire!
Ay pues yo he acabo muy convencida. Para empezar no me llama la atención el argumento si hay cambios en el ritmo.. No sé, creo que no. Besos.
ResponderEliminarCreo que en este caso pude perdonar bastante bien esos altibajos en el ritmo, que es verdad que a veces me cuestan en las lecturas. Pero creo que más que en la trama, la miga de esta está en todo lo que Boye disfraza detrás de ella. Supongo que es de esas lecturas con mucho entre líneas ;)
EliminarUn beso, Marisa!
Vi el título y me llamó la atención. Ahora, tras leer tu reseña, no tengo dudas: me lo llevo :)
ResponderEliminarUn beso!
Pues espero que lo disfrutes mucho si te animas con él, Teresa.
EliminarUn besazo
Bueno, qué interesante!!
ResponderEliminarMe gustan los libros de esta temática, diferentes.
Me lo llevo =)
Besotes
Pues si eres de este corte de novelas, la disfrutarás seguro shorby.
EliminarUn besín