Aniquilación (Jeff VanderMeer)

Jeff VanderMeer era hasta hace no mucho uno de esos ausentes aún en mi biblioteca. “Aniquilación”, la novela con la que me estrené con él hace ya unos meses, me la descubría una vez más Mientrasleo y es la primera de una prometedora trilogía que en solo unos meses ya ha llegado a las librerías. Y aunque siempre tendamos a asociar las series literarias con montones de páginas, no es el caso. “Aniquilación” es breve, poco más de doscientas páginas que se devoran en un par de sentadas. Y que tienen un dejo especial, diferente, que es uno de sus grandes puntos fuertes.

La historia gira en torno al Área X, un misterioso enclave del que poco sabemos antes de empezar a leer. Sabemos que se asocia a una suerte de catástrofe medioambiental. Y sabemos también que varias expediciones han sido destinadas al lugar, con resultados como poco inquietantes. La más reciente de esas expediciones es la que aquí nos ocupa. Tenemos un grupo conformado por cuatro mujeres, especialistas en varios campos científicos. Una de ellas, la bióloga, es quien ejercerá de protagonista y narradora de esta historia.

Esa perspectiva y ese personaje se antoja como uno de los elementos clave en esta historia. A nuestra protagonista, discreta, solitaria y bastante férrea, solo vamos conociéndola con el paso de las páginas. Casi sin pretenderlo nos vamos adentrando en su psique y en sus motivaciones. La vemos enfrentarse a sus recuerdos, la vemos sugestionarse ante la realidad que descubre en el Área X, la vemos dudar incluso de su cordura y de sus sentidos más básicos.

Pero VanderMeer otorga, sobre todo, mucho poder a las descripciones en su novela. Por encima de los diálogos, por encima incluso de la propia acción, parece encontrarse siempre el universo que nos va perfilando. Nos sumerge como pocos en esa burbuja que construye con el Área X, y que al principio me hizo pensar en aquella Reserva de la que nos hablaba Aldous Huxley. Después, resulta que la cosa toma otros tintes. Resulta que la ambientación de VanderMeer, perfilada a veces casi al detalle, se va tornando densa, oscura, y cada vez más claustrofóbica. Recuperando algo de esa fantasía sugestiva, febril y caliginosa por la que apostaban aquellos turbadores cuentos del gran Lovecraft.

Una fórmula que va in crescendo y se acentúa a medida que nos aproximamos al final. Ciencia ficción, alguna pizca de terror y muchísima intriga convergen en “Aniquilación”. Y, como escenario, uno de esos lugares que parecen desafiar cualquier tipo de ley y de lógica. Si disfrutáis con ellas o sois capaces de perdonarle a VanderMeer esa profusión en las descripciones, os toparéis con una historia muy singular. Y de paso, con un viaje a un destino que a mí me ha resultado fascinante.