“Poco sirven de consuelo
a quienes lloran
los pensamientos que no
paran de errar
igual que las paredes no
paran de cambiar
y este gran mundo azul
nuestro
parece una casa de hojas
momentos antes del
viento”
La historia que encierra “La casa de hojas”, de Mark Z. Danielewski, podría haber sido
simplemente la de los Navidson. La de Will Navidson, un fotoperiodista galardonado
con el prestigioso premio Pulitzer. Un hombre que, tras su éxito profesional,
intenta enmendar lo que parece ser un fracaso sentimental. Para ello, se
traslada a una nueva casa junto a Karen Green, su pareja, y sus hijos Chad y
Daisy. Un lugar apacible y tranquilo en el que sentar las bases de una nueva
vida. Puro sueño americano. El lugar elegido es Ash Tree Lane, en el entorno rural de Virginia. Pero pronto
comprenderemos que es una casa extraña,
que en ella comienzan a ocurrir cosas difícilmente explicables. Y que, desde
luego, está muy lejos de proporcionarles la calma que buscan.